Sociedad

OBITUARIO

Fallece Dorita Mur veterana crespillera de Barbastro

Esta excelente guisandera procedía de Formigales y pasó gran parte de su vida en la capital del Vero

Fallece Dorita Mur veterana crespillera de Barbastro
Fallece Dorita Mur veterana crespillera de Barbastro
Á.H.

BARBASTRO.- Los crespillos se degustan en el cielo de la mano de Dorita Mur que falleció ayer con 86 años de larga trayectoria y vivencias compartidas entre su localidad natal, Formigales y en Barbastro donde se casó con Andrés Larrosa y fijaron su residencia familiar en el barrio del Entremuro. En la Plaza de la Candelera participó en el concurso Gastromuro en numerosas ocasiones y en el libro conmemorativo de 25 años se publicaron recetas atractivas de esta excelente guisandera.

En la próxima Fiesta del Crespillo se recordará a Dorita entre las pioneras desde que participó por primera vez hace 26 años, en el Coso, donde compartió experiencia y antigüedad con Jovita Pardinilla. La última vez fue el año pasado en la celebración conmemorativa de 25 Años y con su trabajo contribuyó a la la declaración de Interés Turístico Regional. Dorita asoció su vida a los crespillos, "en nuestra casa de labradores, en Formigales, se hacían con frecuencia. Aquí en Barbastro los cocino muchas veces, sin necesidad de esperar a este día".

En 25 años ha cocinado miles de crespillos y a su lado se pringaron las manos cocineros por un día y amas de casa con quienes compartió las esencias propias del peculiar postre. Dorita contó su receta oral a base de 1 cucharadita de anís en grano, 1 vasito (de licor) de anís de botella, 1 vasito (de vino) de leche, ½ bolsita de levadura Royal, 1 sobre de gaseosa Armisén, 1 vasito de cocimiento, harina la necesaria hasta que quede una masa que se pueda rebozar la borraja, aceite de oliva para freír y azúcar al final. Ingredientes necesarios para 6 huevos y el cocimiento en 1 litro de agua a base de hervir una cucharada de anís en grano, cáscaras de naranja y azúcar.

La Muestra de Frutas y Hortalizas que se celebra cada año fue otra cita habitual en el puesto de la familia Larrosa desde la primera edición celebrada en la Plaza del Mercado y su traslado posterior al Recinto de Ferma.