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La Unizar Kids genera ambientes saludables en las aulas y en casa

Trescientos alumnos de sexto de Primaria de cinco colegios de Huesca participaron ayer en una actividad en el Campus

La Unizar Kids genera ambientes saludables en las aulas y en casa
La Unizar Kids genera ambientes saludables en las aulas y en casa
P.S.

HUESCA.- Acciones saludables para ser más activos en casa y en el colegio protagonizaron este miércoles los actos de la segunda edición de la Unizar Kids en el Campus oscense. Trescientos alumnos de sexto de Primaria de los colegios San Viator, Salesianos, Santa Rosa, Pedro J. Rubio y San Vicente analizaron, junto a investigadores de la Universidad de Zaragoza, cómo serán de activos cuando tengan 70 años. Los escolares, además de revisar su estilo de vida a través de talleres participativos, propusieron acciones inmediatas y futuras para ser activos.

La Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza se puso en contacto con el Grupo de Investigación Educación Física y Promoción de la Actividad Física (Efypaf) para diseñar una actividad científica relacionada "con lo que estamos haciendo en Capas-Ciudad de promoción de la actividad física, y generar ambientes saludables en el entorno escolar", explicó este miércoles a este periódico José Antonio Julián.

El punto de partida fue entrar en contacto con los profesores de los distintos centros, para que realizaran en clase un trabajo previo que consistió "en la reflexión de los niveles de actividad física que hacen semanalmente los chavales, sin dar pistas sobre lo correcto o recomendable", y además en los colegios elaboraron objetos para jugar con material reciclado.

Tras esas sesiones previas, este miércoles acudieron al Pabellón Río Isuela los 300 alumnos, donde les dieron la bienvenida el vicerrector del Campus de Huesca, José Domingo Dueñas, la coordinadora de la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza, Carmina Puyod, y la delegada del Programa Ciencia Viva de la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón, Elena Carbajosa. A continuación, se mezclaron por grupos y realizaron simultáneamente y en rotación cinco talleres de diez minutos cada uno.

En el primero reflexionaron sobre el efecto de la actividad en el organismo, y como elemento sorpresa se encontraron con una aplicación de realidad aumentada. Se colocaron una camiseta, se hicieron un "escáner" y, a partir de allí, analizaron ámbitos en los que influye la actividad física: estado general, corazón, esqueleto, sueño...

En el segundo trabajaron la intensidad de las actividades, debatiendo entre 22 (correr, tareas domésticas, jugar en el parque, subir y bajar escaleras...) las cuatro intensidades: sedentaria, ligera, moderada y vigorosa.

El tercero se centró en medir la actividad física y se les mostraron acelerómetros y pulsómetros, que se probaron.

En el cuarto se abordaron las condiciones de la participación que tienen que tener en el entorno educativo, y con el material reciclado comprobaron que no son necesarias grandes estructuras para jugar. Asimismo, pactaron las normas de un juego que practicaron todos juntos tras el quinto taller, en el que simularon un Pasapalabra con la alfabetización física.

PREGUNTAS

Concluida la parte práctica, se trasladaron al salón de actos de la Facultad de Empresa y Gestión Pública en la que los chavales se enfrentaron a preguntas sobre la esperanza de vida, su vinculación a la calidad de vida y los factores que influyen en ella... "provocándoles para que los materiales que les habían facilitado, y entre los que también había preguntas para sus padres, los pongan en la nevera y reflexionen sobre el proyecto conjunto familiar que se tiene con respecto a la promoción de la actividad física, que es el espíritu del grupo de investigación y del proyecto Capas-Ciudad", recordó José Antonio Julián.