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COSAS DE CASA

Lalueza recupera parte de su patrimonio

La comunidad parroquial pone en valor el vínculo de esta localidad con el Monasterio de la Cartuja

Lalueza recupera parte de su patrimonio
Lalueza recupera parte de su patrimonio
S.E.

En el marco de la Jornada Cultural de Primavera en Lalueza, celebrada el pasado sábado, 16 de marzo, la comunidad parroquial junto al ayuntamiento, organizaron diferentes actividades para poner en valor el vínculo entre el Monasterio de la Cartuja y esta localidad.

La Jornada se desarrolló desde la iglesia parroquial, donde Fray Manuel Bayeu, el monje pintor, se hizo cargo del proyecto arquitectónico y decoración pictórica de la capilla de San Pedro Arbués (1779-1787), por encargo de los hermanos Comenge, infanzones de Lalueza, además de benefactores del conjunto monacal.

Santiago Vilella, además de farmacéutico es director y colaborador de la revista El Recautillo, en 2017 publicó un trabajo titulado Plaza Mayor: memorias desde la Farmacia y en 2018 En la vida de Juan Andrés Comenge, un libro excelente cuya lectura nos traslada a la Lalueza del siglo XVII hasta principios del XIX. "Desde El Recautillo promovimos la recuperación de la Cruceta, que data de 1601, fecha que tiene grabada en la base con números romanos y al tener unos fondos recogidos en la parroquia hemos pagado el monumento del Monolito y el lugar lo ha habilitado el consistorio"; de esta forma pasa a ser patrimonio de Lalueza, cuenta el investigador y apasionado de la localidad, de su historia, costumbres, tradiciones y de sus personajes ilustres y singulares.

Explica así ante más de un centenar de vecinos el recorrido que se iba a llevar a cabo, con el objetivo de conocer el camino de los que participaban en la tradicional romería a la Cartuja de Las Fuentes. "Llevábamos casi tres años con la iniciativa de recuperar la Cruceta, así que nos pusimos en contacto con el ayuntamiento para que habilitara un espacio en la zona donde se ubicaba y es donde hemos creado un centro de Interpretación", explica Vilella sobre este lugar, que "está en el camino a la Cartuja de las Fuentes, y con esta iniciativa hemos recuperado tradición, historia y religiosidad, que son parte de nuestro patrimonio".

El Monolito, que se inauguraba en este día, se alza a pocos metros de la Cruceta y contiene referencias de la romería, de los frescos de Bayeu y de los Hermanos Comenge, como bien detallaba Vilella, desgranando el remate del monolito o monumento creado a modo de chapitel. "Se trata de una reproducción del actual campanario de la Cartuja de Las Fuentes, trasladado desde la torre del campanario de Lalueza cuando se hicieron las obras de reconstrucción del conjunto monacal", indica.

Es por ello que se cantaban unas coplas que han pasado de generación en generación: "Torrecita de Lalueza, ya no se te ve de lejos, te quitaron el "chapistel", y te pusieron ladrillos viejos...".

"Es muy posible que los Hermanos Comenge hicieran un intercambio del "chapistel" con el hecho de que Bayeu pintara la capilla de San Pedo de Barbués", señala el investigador, que sigue recogiendo información sobre este tema. Cabe destacar las cerámicas explicativas del monumento como la reproducción fidedigna del chapitel, obra del maestro artesano ceramista Ángel Vilella, así como las cerámicas explicativas y donde se han colocado una serie de objetos y documentos como periódicos, monedas, un texto detallado de la construcción del monolito y firmas de los vecinos de Lalueza. A los pies del Monolito se halla el denominado sillar "foradado" en el que los romeros depositaban piedras o guijarros con el fin de preservar sus cosechas del pedrisco, tal y como reza la salve de petición, que dice: "¡Oh Madre amorosa, consuelo de tantos, danos agua limpia para regar los campos! ¡Oh Madre amorosa, decid con fervor, le pedimos agua a Nuestro Señor!".

En la jornada también contaron con las investigaciones realizadas por Alberto Lasheras, apasionado por la historia de la Cartuja de las Fuentes y de los Monegros. "Desde la iglesia parroquial se dirigieron, acompañando al párroco de la localidad y al vicario, con cruz procesional y estandartes, rememorando la antigua tradición, hasta la denominada Cruceta", comenta Lasheras.

A continuación se dirigieron hasta la plaza Mayor, donde ha sido colocado el escudo original de los Comenge, restaurado por el escultor de San Lorenzo del Flumen, Pedro Ania.

"Durante la guerra Civil explotó una bomba en la que fuera la casa de los Hermanos Comenge y el escudo cayó al suelo, preservándolo en un almacén del consistorio, por lo que esta Jornada Cultural ha sido un buen motivo para colocarlo en la plaza", explica Lasheras detallando su reconstrucción. "La ha hecho el escultor Pedro Ania, con piedra de Calatorao integrando lo que se había perdido, respetando lo que conservaba y que se aprecia por la diferencia del color de la piedra, así como también para resaltar la parte más deteriorada, ha rebajado unos centímetros en la zona superior, donde se distinguen las plumas y el yelmo", detalla.

La jornada finalizó con una gran comida de convivencia en el salón social, reuniendo a 180 personas que disfrutaron del espectáculo humorístico del grupo de teatro Titánicas.