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Jacinta Trell, amante de las tradiciones

La empresaria ha vivido siempre en la plaza Mayor de Graus

Jacinta Trell, amante de las tradiciones
Jacinta Trell, amante de las tradiciones
S.E.

La empresaria grausina Jacinta Trell ha vivido siempre en la plaza Mayor y la propia plaza palpita en ella como el resto de Graus y sus tradiciones. Con la tierra de la plaza construía castillos de niña; rodeada de su "retablao" bailó las tradicionales cintas con su "adorado" hermano Valentín.

En la plaza jugó a la vuelta de las monjas y allí creció para seguir el negocio familiar, que continúa siendo uno de los más florecientes de este espacio. A la plaza le dedicó una albada televisada para todo Aragón, cuando inauguraron su rehabilitación. Un hito que la convirtió en la "cantadora" de albadas más popular de Graus y en "imprescindible" en las más emotivas.

"Nací en la plaza Mayor". Así comienza su relato vital Jacinta, recordando su infancia. Era la mayor de dos hermanos, aunque solo le sacaba un año a su "adorado" Valentín. "Siempre hemos estado juntos y ahora también. Mi hermano es lo más importante de mi vida", dice con emoción, la misma que al recordar a sus padres.

"Siempre he vivido con ellos. No podías tener cosas materiales, pero llegabas a casa y estaban allí dándote todo el cariño. El mejor recuerdo de mi niñez son mis padres. Tuve una infancia feliz y, por eso, lo más duro de mi vida fue verlos morir".

"Cuando llegaba de la escuela mi madre me daba el pan con chocolate y bajaba a la plaza a jugar a pitos, a correr, a hacer castillos de arena, porque la plaza entonces era de tierra. Nos pasábamos el rato jugando a "Tres navíos van por el mar", marro pelota. Hacíamos la vida en la plaza. Entonces estábamos muchos niños".

Jacinta estudiaba en las monjas. "Hice cálculo mercantil y era buena estudiante, pero mi padre no quiso que saliera fuera. Siempre decía: "Mi hija en casa", y aquí he estado toda mi vida trabajando desde los 15 años".

Con su familia, aprendió a amar las tradiciones. "Las fiestas las vivíamos intensamente, porque se montaba el "retablau" en la plaza y lo teníamos todo desde casa. Bailamos las cintas con mi hermano de primera pareja 6 años".

Su pasión por Graus la llevó hace 30 años a introducir, con Cruz Ochoa, la albada en la misa de hermanos de las fiestas. Además de la albada televisada de la inauguración de la plaza, cantó en el 600 aniversario de la entrega del Cristo a Graus por parte de San Vicente; todas las albadas de las fiestas del 2017 y, el pasado año, en la inauguración del Corazón de Jesús. "La albada la llevo dentro".