Mariano Altemir: "La poesía es algo con lo que naces, no se trata de aprender a hacer versos"

HUESCA.- Mariano Altemir (Salas Altas, 1933) acaba de publicar su poemario Regiones abandonadas de mi vida (Ars Poética), un libro inspirado en la novela Hiperión de Friedrich Hölderlin y desde el que recupera múltiples emociones y recuerdos de su juventud y de su tierra natal.

El autor altoaragonés, que se trasladó en 1953 a Madrid con el objetivo de cursar sus estudios de Intendente Mercantil, ha dejado volar su pluma y sus versos en estas páginas tras una etapa en la que ha tenido un poco abandonada la poesía.

Su ingenio de poeta tampoco se vio mermado tras un descanso causado por su trabajo en diferentes multinacionales tras el que consiguió ganar el Premio Paul Beckett de Poesía 2004 con el libro El arte de los sueños, "cuya idea fue concebida en un tiempo ya lejano", apunta.

Y ahora, quince años después, ha vuelto a la carga con Regiones abandonadas de mi vida, donde el poeta alemán Friedrich Hölderlin ha sido uno de sus ejes.

Precisamente, el libro lo abren unos versos de este autor alemán: "Como un espíritu que no encuentra, ningún descanso en el Aqueronte, vuelvo a las regiones abandonadas de mi vida".

Desde este tributo, Altemir refleja de alguna forma su escasa producción poética, algo que confiesa que le crea cierta nostalgia y que manifiesta también con versos del autor portugués Fernando Pessoa: "Hace mucho tiempo, que no solo no escribo, sino que ni siquiera existo. Creo que sólo sueño". El libro lo complementan otros poemas y sonetos del escritor altoaragonés sobre temas como el amor eterno y el arraigo.

Altemir explica que lleva la poesía dentro. "Es algo con lo que naces, que forma parte de uno mismo, no se trata de aprender a hacer versos. Lo que pasa es que mi profesión estuvo muy lejos de la poesía porque siempre he trabajado en multinacionales y tenía que estar alejado de ella porque lidiaba con temas muy áridos en la vida real. Yo no he sido el típico profesor o catedrático que daba clases a colegiales pensando siempre en sus versos", valora.

Así, su vida, añade, estaba de alguna forma reñida con los versos, "lo que ha contribuido a este abandono", comenta Altemir, que asegura que a sus 86 años espera publicar próximamente otro poemario.

El autor pone de manifiesto que conserva un espíritu inquieto y hasta ha incluido en esta obra una fotografía suya de su archivo familiar tomada cuando él contaba con 28 años como homenaje a la juventud perdida que sobrevuela este poemario.

Altemir comenta que atesora los recuerdos de su infancia en Salas Altas, donde conserva lazos familiares. Así lo refleja esta estrofa de su poema La tierra: "Somontano oscense, noble tierra mía, deja que te piense, con melancolía", versos cargados de sentimientos con los que rinde un homenaje al Alto Aragón.