Arade se suma a la campaña por el #buentrato a los mayores

HUESCA.- "Por dignidad, una mayor visibilidad social, pública y económica de un colectivo que representa el 20% de la población española". Esta es una de las demandas que conforman el manifiesto de la campaña nacional por el #buentrato a las personas mayores, puesta en marcha por el Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (Ceaps), que integra las patronales mayoritarias de atención a la Dependencia en España, y a la que se ha sumado la Asociación Aragonesa para la Dependencia.

La iniciativa se impulsa con motivo de la celebración, el sábado, del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, establecido por la OMS, y que incluye acciones concretas para velar por la dignidad y el respeto a las personas mayores a través de las administraciones públicas y entidades sociales.

"El maltrato de las personas mayores es un problema que afecta la salud y los Derechos Humanos de millones de habitantes en todo el mundo. Según las previsiones, en 2050, la esperanza de vida en España estará en los 88 años; y uno de cada tres ciudadanos españoles superará los 65 años, es decir, será pensionista o jubilado", se subraya en el comunicado de Ceaps.

"Nos sumamos a una campaña por una causa que consideramos vital para el colectivo de los mayores, para mantener su dignidad, respeto y calidad de vida, y para reivindicar su papel central en nuestras familias y en nuestra sociedad", ha explicado la gerente de Arade, Paquita Morata.

POR DIGNIDAD Y RESPETO

Entre otras cuestiones, desde las entidades adheridas a esta campaña se reclama una financiación justa y finalista, pues se considera que si se dedicase el 2 % del PIB a la atención social de las personas mayores se lograría una mayor justicia social. Actualmente mueren 100 personas al día sin recibir una prestación reconocida de la Ley de Dependencia. Así, se pide financiación que cuente con un carácter finalista y real, acorde con los costes reales desde las pensiones hasta los precios de los servicios, que sean ofrecidos en igualdad de condiciones con independencia de la comunidad en la que se resida.

Igualmente, por respeto al futuro del colectivo, se reivindica su libertad de elección, y que se tengan en cuenta los propios intereses de las personas mayores para el acceso a los servicios que deseen. También se demandan unos cuidados dignos, inversión y productos adaptados, e inversión en el futuro de los sistemas de modo que se asegure profesionalización y formación adecuada, y calidad de vida para los cuidadores.