El colectivo LGTBQI+ exige una Huesca "más inclusiva"

HUESCA.- Unas 500 personas han clamado este viernes en Huesca por la igualdad y los derechos del colectivo LGTBQI+, una lucha que acaba de cumplir 50 años.

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Organizada por la Coordinadora 28J, la marcha ha resistido ante el calor y ha reclamado una ciudad más "visible y vivible" bajo el eslogan Mayores sin armarios, en reconocimiento a los veteranos y veteranas que han luchado por la causa.

La jornada ha arrancado en la plaza de Navarra con la creación de pancartas y actividades de maquillaje y baile con Huescon Swing.

Después, la manifestación ha recorrido las principales calles de la ciudad con cánticos reivindicativos, que han contagiado de entusiasmo a los presentes.

Tras lucir con orgullo la bandera arcoíris por la ciuddad, los participantes se han replegado delante del Casino, donde se ha llevado a cabo la lectura del manifiesto.

El texto ha comenzado recordando que este vienes, 28 de junio de 2019, se cumplen 50 años de los disturbios de Stonewall, hito que ha supuesto la primera piedra en la lucha del colectivo.

"Hoy volvemos a salir a la calle cientos de personas reivindicando el Orgullo de ser trans, el Orgullo de ser bisexuales, de ser lesbianas, gais, el Orgullo de ser intersexuales, el Orgullo de ser Queer", dijeron.

Este año la celebración ha estado especialmente dedicada "a las personas mayores, que han luchado por esos derechos que hoy tenemos y que ahora envejecen y ven con orgullo cómo seguimos en la lucha. Reivindicando, festejando y cuidándonos para seguir contribuyendo una Huesca más vivible e inclusiva para todas", han dicho.

"Algunas personas, por llamarlas de alguna manera -en referencia a VOX y las alianzas de la derecha- quieren que nuestras banderas no ondeen, que vivamos en las sombras o que nos volvamos a encerrar en esos armarios que ya no nos identifican y que años atrás hicimos arder. Desde aquí les decimos alto y claro que nuestros cuerpos y nuestra forma de relacionarnos sexualmente no se van a arrodillar ante nadie. Que seguiremos disfrutando de los espacios públicos como hemos hecho hasta ahora y que no vamos a dar ni un paso atrás", han enfatizado.

Durante la lectura del manifiesto también han lamentado "cada agresión o vejación que sufren nuestras compañeras por el hecho de visibilizar una libertad que otros envidian". "Desde aquí queremos hacer un llamamiento a todas las instituciones para que dejen de silenciar estas pesadillas y empiecen a trabajar para que en ningún espacio se puedan llevar a cabo tales aberraciones", han señalado.

También han reivindicado que "el amor y los cuerpos no entienden de barreras" y sus derechos "son derechos humanos", por lo que exigen que "no se puedan revertir esas políticas que se han llevado a cabo en estos últimos años, como la Ley 18 del 2018 aprobada en las cortes de Aragón, conocida como ley trans".

El colectivo también ha gritado que quiere seguir siendo libre. "Queremos que Huesca continúe en el camino hacia una ciudad abierta y acogedora. Queremos que las personas mayores LGTBQI+ encuentren espacios donde compartirse", han añadido.

"Hace 50 años nuestras compañeras en Stonewall decidieron lanzar sus tacones y hacer barricadas para protegerse de esa policía que le agredía e intentaba limitar su libertad, ahora nos enfrentamos a una orda machista que pretende limitar nuestras libertades, ahora y siempre el orgullo se defiende. Queremos una Huesca en la que vivir de forma pacífica y amable, generar una Huesca vivible para todas", han exclamado.

En último lugar, han reclamado que se escuchen sus voces, que son "únicas y nada ni nadie debe oprimir ese derecho que es nuestro".

"Por eso decimos alto y claro: Viva una Huesca visible, viva una Huesca vivible y Viva el Orgullo de Huesca", han sentenciado con emoción, lo que provocó el aplauso unánime del público asistente.

Después del gran baile ofrecido por Espacio Danza, los representantes de la Coordinadora 28J han invitado a los asistentes a una fiesta en La Catalítica, donde numerosos "orgullosos y orgullosas" festejan esta noche uno de los días más coloridos del año al ritmo de una sesión de la disc-jockey Red Moon

DENUNCIA POR AMENAZAS

El Bar Candanchú de Huesca ha decidido apoyar al colectivo colocando la bandera arcoíris en su establecimiento, un gesto que ha provocado el enfado de un hombre de unos 38 años. A primera hora del día, "el señor entró en el local, se quitó la camiseta y arrancó la bandera", una acción que cuestionó una clienta del restaurante, a la que posteriormente "amenazó con agredirla con el mástil de la bandera".

Así lo ha relatado Sara Claro, camarera del Candanchú, quien ha indicado que tanto la víctima como el dueño del bar han denunciado el altercado a la Policía.