Sociedad

LA ENTREVISTA

Beatriz Moncó: "La brujería era fruto de problemas que hoy se arreglan de otra forma"

La antropóloga cerró este jueves el ciclo "Noches Mágicas" del IEA con una charla sobre mujeres contra el poder en los siglos XVI y XVII

Beatriz Moncó: "La brujería era fruto de problemas que hoy se arreglan de otra forma"
Beatriz Moncó: "La brujería era fruto de problemas que hoy se arreglan de otra forma"
V.L.

HUESCA.- Beatriz Moncó, antropóloga especializada en Antropología del Género y Antropología de la Historia y docente en la Universidad Complutense de Madrid, expuso este jueves los vínculos entre mujer, diablo y brujería en los siglos XVI y XVII en España durante una interesante conferencia que puso el broche al ciclo Noches Mágicas 2019 del Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA).

Bajo el título Mujeres y demonios en la Edad Moderna: estrategias femeninas contra el poder, esta charla sacó a la luz situaciones "que sufrían especialmente las endemoniadas y lo que conocemos como las brujas satánicas de aquelarre", apuntó.

Moncó demostró cómo en cada una de estas categorías "se hacía una utilización de la figura del demonio de una forma diferente y con unas consecuencias distintas tanto para la sociedad como para las propias mujeres".

La ponente detalló que desde los diferentes poderes de la Edad Moderna se produjo una imagen femenina que de alguna manera estaba controlada por el orden genérico establecido. "La España del Barroco fue un momento de contrastes en el que lo ortodoxo y lo heterodoxo estaban continuamente mezclándose y la religión tuvo una importancia vital que ahora es difícil de entender", planteó.

En este contexto, "el poder apartó a la mujer de los espacios más comunes de la sociedad y quedó relegada a lo doméstico, aunque todo ello variaba según la clase social, la edad o la religión". Por otra parte, expuso, "los hombres copaban el espacio público por lo que la mujer era un ser casi casi no sujeto. Apenas tenía derechos, era móvil, no tenía una voluntad propia e incluso la podían obligar a casarse con alguien que no quería, etcétera".

Así, la ponente explicó que en esta época tan represiva, diferenciada y desigual "surgió a partir de algunas de las prácticas religiosas y la aparición de la imprenta las llamadas maestras de doctrina, que crearon grupos o asociaciones de mujeres que empezaron a tener cierto protagonismo".

Otro tipo de personajes femeninos distintos fueron las brujas "que son la representación cultural de mujeres que no cumplían las normas", planteó. Y añadió que "la doctrina que se hace sobre las brujas es justamente el inverso de la doctrina religiosa entonces vigente".

Sobre las endemoniadas consideró que "eran mujeres que por estar poseídas por el demonio se les permitía hacer y decir cosas vetadas para este sector de la población, aunque posteriormente lo pagaron con la Inquisición".

En esta línea, Moncó valoró que "el diablo es una construcción cultural, un juego de poderes, es enseñanza, doctrina, el mal, el miedo y la antítesis de la Iglesia. Es como una percha en la que vamos colgando cosas que las sociedades rechazan", planteó. Finalmente, consideró que "la brujería significaba y era fruto de otras cosas como la convivencia vecinal, la envidia y problemas sociales diarios que hoy se arreglan de otra forma".