Sociedad

OJO AVIZOR

La Asociación Española contra el Cáncer en Huesca, un bastón en el que se apoyan cientos de altoaragoneses permanentemente

Una gran causa que no pierde “la motivación, el interés y la sonrisa”

La Asociación Española contra el Cáncer en Huesca, un bastón en el que se apoyan cientos de altoaragoneses permanentemente
La Asociación Española contra el Cáncer en Huesca, un bastón en el que se apoyan cientos de altoaragoneses permanentemente
AECC

HUESCA.- Una organización con causa es aquella que ofrece un bastón para apoyar las dificultades, unos brazos que nos ayudan a sobrellevar los pesares, un hombro en el que apoyarse en momentos de fatiga o desesperanza y un corazón que consuela y bombea vida. Así es la Asociación Española contra el Cáncer y, particularmente, cada uno de sus tentáculos territoriales. La de la provincia de Huesca, no sólo cuenta como hitos cada una de las estadísticas de sus logros, sino que en su crecimiento ha encontrado la razón de ser de su virtud, que es una y es plural. Un espíritu, miles de almas con la premisa que expone su presidenta, Aurora Calvo: "Sin perder la motivación, el interés y la sonrisa".

Su labor reivindica, sin necesidad de comparativas con esas despiadadas acciones que abusan de la buena fe de la gente para perpetrar felonías estafadoras, su necesidad. Obviamente, la acreditan los números y la Memoria que ese antídoto contra el olvido y la indiferencia. La presidenta está orgullosa. Los guarismos entonan un trino hermoso y coral. Han sido 838 las personas atendidas en atención psicosocial, uno de los grandes baluartes de sus servicios. En total, han sido atendidos 902 beneficiarios. En los programas de prevención, han sido informados 1.030 jóvenes en colegios, institutos y clubes de tiempo libre. En centros como Salesianos, los adolescentes se interesan por los hábitos de vida saludables y los practican en la atractiva combinación de deporte y charlas (mens sana in corpore sano). "Conectamos bien porque todos tienen alguien del entorno con algún abuelo, padre, familiares o amigos con cáncer". A las conferencias de la AECC (91) han asistido 2.672 personas en 2018, y 537 a los talleres. Los voluntarios han atendido a 64 pacientes.

En esa síntesis de 2018, una cifra chirría a su presidenta. Las "solo" 63 personas atendidas en deshabituación tabáquica. "Es por deformación profesional y por conciencia presidencial, pero no estoy satisfecha. Demasiada gente sigue fumando sin darse cuenta de las repercusiones, pero sabemos que el ritmo no siempre es lo rápido que nos gustaría". La transformación nunca ha conocido atajos.

La ingente actividad de la Asociación es un paradigma de la capacidad de aglutinar voluntades reconociendo la singularidad. A estas alturas, la institución ya dispone de nueve sedes locales, una por comarca, en todos los casos con un profesional responsable de zona. Curiosamente, siendo que los objetivos agrupan en torno a un fin altruista, "cada zona tiene su idiosincrasia, y esto ofrece una diversidad muy agradable. En cada Junta, se refleja el carácter de la comarca".

La expresión del dinamismo de la Asociación Española contra el Cáncer se demuestra en su manifestación más móvil: "Más de 13.300 personas han corrido o andado en las distintas carreras, y ya hemos pasado de organizarlas en las ciudades y cabeceras de comarca a tenerlas también en pueblos pequeños. Es un ejemplo de concienciación".

LAS CUENTAS CLARAS

Las cuentas de la AECC son transparentes y virtuosas. El 53 % de los recursos procede de los 4.600 socios, listón que sube incesantemente. Las cuotas no son solo flexibles, sino que son libres. Toda contribución es un hilo de esperanza. Las hay que cuentan los euros con los dedos de la mano, las hay más dadivosas, pero todas confluyen en la generosidad.

El resto de focos de los que emanan los medios de la Asociación se diversifica. Aviso a navegantes, descreídos y escépticos, las subvenciones de la Administración constituyen sólo el 5 % del total. Casi la tercera parte de lo obtenido desde las empresas, un 13 %. Los donativos de particulares, un 7 %. Los ingresos por lotería, un 6 %. Y las famosas cuestaciones, un método que tiene su público y su perfil de voluntariado específico, un 2 %. En la última, apenas hace un mes, 12.500 euros que son muy bienvenidos. El 14 % restante proviene de otras fuentes de carácter privado.

La mesa a la que se sienta la Asociación está sólidamente arraigada. Por un lado, la sociedad beneficiaria de sus servicios. Por otro, los directivos que entregan su tiempo y esfuerzo a la gran misión. Además, los voluntarios, que son "el alma". Y, finalmente, los profesionales, siempre "sin perder la motivación, el interés y la sonrisa".

Bajo la coordinación de la gerente, Ana Palomera, concentran su desempeño una trabajadora social, 7 psicólogos que atienden todas las zonas de la provincia y dos personas en administración. Siempre con una labor que "va más allá del cumplimiento del deber".

El complemento que engrasa toda la maquinaria, los 334 voluntarios, exhiben no sólo la voluntad que es el valor que se les presupone, sino también pericia. Está perfectamente organizado, ora en hospital, ora en domicilio; bien acompañando en los tratamientos, bien "estando" al lado del enfermo, escuchando e incluso aliviando de su fatiga al cuidador. Los hay de prevención, administrativos, captadores de recursos, de talleres y naturalmente en los órganos de gobierno de la asociación. En todos los casos, llevan en la mochila existencial los mensajes de salud y de ánimo.

LA TRINIDAD INACABABLE

Una trinidad inacabable define el trabajo de la Asociación Española contra el Cáncer, funciones y finalidades que aglutinan el sentido en toda España y el mundo.

La primera ocupación es la prevención a través de jornadas, concienciación sobre el consumo del tabaco, hábitos saludables y la cooperación dentro de RedENT, la red que ha puesto en marcha un plan integral contra las enfermedades no transmisibles, que en su optimización máxima evitaría el 70 % de las muertes prematuras por estas causas. Aglutina, junto a AECC, a Cruz Roja, la Federación de Enfermería Comunitaria, la Fundación Española del Corazón, la Sociedad Española de Diabetes y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. "Es la parte más barata", asegura Aurora Calvo.

La segunda es el acompañamiento profesional con los psicólogos y trabajadores sociales o los voluntarios, aunque incluso en este segundo plano "con un paraguas profesional". Previamente, siempre hay formación. Y permanentemente, asesoramiento, esto es, "voluntariado en el mejor sentido, no voluntarismo en el peor".

Y, finalmente, la investigación, la gran esperanza y el objeto de buena parte de la movilización de todo el tejido de la Asociación española contra el cáncer. "Estamos ayudando a financiar una investigación sobre la Leucemia Linfoblástica Aguda que dirige la doctora Anna Bigas en el instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas. Además, financiamos la primera ayuda predoctoral para formarse de la mano del científico Alberto Jiménez Schuhmacher. En las "Ideas Semilla de la Asociación", el propio Jiménez Schuhmacher ha recibido una ayuda. Y además hay una beca predoctoral para una joven de Huesca".

Por cierto, la cooperación regional ha crecido hasta tal punto que los recursos para la investigación son coordinados entre las tres provincias en Aragón, que a su vez ofrecen una plataforma divulgativa excepcional con el Congreso Nacional que ha celebrado sus dos ediciones en el Palacio de Congresos de Zaragoza.

"LA INCIDENCIA POLÍTICA"

Más allá de las connotaciones discutibles en torno a la influencia, Aurora Calvo estima que otra responsabilidad de la Asociación que preside es conseguir "la incidencia política". Esto es, la capacidad de ofrecer a las instituciones ideas que implantar porque son absolutamente necesarias en todo el universo de los tratamientos, la asistencia y el acompañamiento. En todos los casos, los argumentos son tan inapelables que previamente han sido consultados y configurados con profesionales para obtener una base científica.

Explica la presidenta de AECC en Aragón que hay cuatro objetivos irrenunciables en Aragón. El primero de ellos es la implantación de la radioterapia en Huesca y en Teruel, "que además tendría un efecto frente a la dificultad de dotar de buenos profesionales médicos a estos dos hospitales porque uno de los frenos a la aceptación de los jóvenes de venir a los centros pequeños es la falta de disponibilidad de buenos equipos y de las tecnologías más avanzadas. Así, se alcanzarían dos metas con una medida". El segundo, el cribado del cáncer de colon que se establece en los 60 años cuando es aconsejable desde los 50. Tercero, la prevención del cáncer de cérvix o cuello uterino. Y, finalmente, "la potenciación de la unidad de cuidados paliativos, hoy de 8 a 15 horas de lunes a viernes y que no llega a todas las necesidades. Ahí hay un agujero profundo que nuestro equipo quiere cubrir".

PROGRESA ADECUADAMENTE

Aurora Calvo, que ya está pensando en el relevo después de 13 años en la Presidencia, llegó a este cargo tras su exitosa irrupción como paradigma en España con el Programa de Detección de Cáncer de Mama en 1997.

El cambio ha sido extraordinario, pero la evolución no se detiene y trasciende los viejos conceptos. "Ha habido un cambio de imagen, de marca. Incluso las sedes son parte del mismo. Hoy este espacio -el nuevo en Santo Ángel de la Guarda, abierto apenas hace un año- es acogedor, se está a gusto. Hemos multiplicado por tres los socios, han aumentado los voluntarios. El sustento económico es fundamental, y tenemos que generar incluso más, porque se hace un buen trabajo". Insiste en que, ante las administraciones, "las peticiones son más que razonadas, con coherencia. Sabemos trabajar con eficiencia, con austeridad, por eso insistimos en que nos hemos ganado "la incidencia política". Es un derecho y unas razones que nos ha dado la sociedad, que nos hemos ganado atendiendo bien a los enfermos y las familias".

Su integralidad certifica que "progresa adecuadamente" con su asistencia psicológica, la atención social, el confort y bienestar con los talleres psicoeducativos, los grupos de pacientes y familiares, el grupo Mucho por Vivir de mujeres diagnosticadas de cáncer de mama, el grupo de duelo o el programa de deshabituación tabáquica. Tan trasparente como las aguas cristalinas del amor por la vida que define al gran cuerpo de la Asociación Española contra el Cáncer.