Valentín Trell: "La diáspora son quienes más aportan, entre ellos hay grandes mecenas"

HUESCA.- Valentín Trell es el nuevo presidente de la Asociación de Amigos de la Peña, un cargo para el que ha sido elegido tras casi 20 años vinculado estrechamente al colectivo. Arropado por una junta "comprometida", indicó, Trell anuncia "una política continuista" respecto a su antecesor, Antonio Baldellou, y avanza algunos de los proyectos más urgentes encaminados a mantener y poner en valor el entorno de la basílica de la Peña grausina.

"Vamos a llevar una política continuista, manteniendo lo que hay, que ya es complicado. Haremos lo mismo que se estaba haciendo, mejorándolo y poniéndolo en valor porque las bases están puestas y hay buenos mimbres", consideró el nuevo presidente de este colectivo grausino, que ya impulsó junto a un grupo de personas a principios de este siglo. "Estuve cuando se constituyó la asociación en el año 2000. Hubo promotores como Domingo Mur, Pedro Aguilar, Ramón Cabria, José Antonio Borgoñó, Puyet, Joaquín Gairín y otros que empezamos a trabajar en el entorno con labores como la limpieza del camino de atrás. Ramón Subía, que fue el primer presidente, se incorporó entonces", recordó Trell.

Los diez años en los que Subías fue presidente ostentó la vicepresidencia. "Se hicieron cosas, fue un mandato fructífero como lo ha sido el de Baldellou. Sobre todo, en estos dos últimos años se han hecho muchas cosas", comentó aludiendo a las peculiaridades de actuar en este conjunto, declarado Bien de Interés Cultural.

"Hay que hablar con el Ayuntamiento, con el Obispado y tener en cuenta que es un edificio catalogado antes de actuar. De momento, hemos sabido hacer cosas", comentó aludiendo a la junta, "muy comprometida" y que integran Clemente Salas, que se ha incorporado a la vez que el propio Trell a la presidencia, además de Miguel Vicente, Aurora Brualla, Josefina Roma, Tere Mur, José Luis Romeo, Víctor Loste y el párroco grausino Ignacio Cardona.

El nuevo presidente valora la implicación de los socios, que además de las cuotas aportan donativos y trabajo desinteresado, también de aquellos que viven fuera. "La diáspora -aseguró- son quienes más aportan, entre ellos hay grandes mecenas", dijo, mientras anunció la intención de recorrer las distintas instituciones. "Ahora que se han desatascado las instituciones, lo importante es que hay buena voluntad". Además, valoro sobre manera, contar entre los socios con el arquitecto Javier Asarta. "Es Premio Nacional de Arquitectura y el mejor arquitecto que se pueda tener", aseguró orgulloso, citándolo como pieza fundamental de las actuaciones realizadas y de las que quedan todavía por hacer. Entre ellas, citó la mejora de los jardines, de la fachada del rosetón, de la plaza de Mosén José Salamero o del entorno del púlpito de San Vicente. También anunció que se iniciará un estudio para mejorar la accesibilidad, "por lo menos hasta el olmo".