Sociedad

CENTENARIA

Amalia Ballarín, de Ontiñena, cumple 100 años rodeada de su familia

Cuenta con una memoria y soltura fantásticas y recuerda con cariño la etapa de su vida que pasó en Barcelona

Amalia Ballarín, de Ontiñena, cumple 100 años rodeada de su familia
Amalia Ballarín, de Ontiñena, cumple 100 años rodeada de su familia
A.M.

ONTIÑENA.- La localidad bajocinqueña de Ontiñena ha vivido este domingo una doble fiesta con motivo del 100 cumpleaños doña Amalia Ballarín Buisán y la celebración de de la Santa Reliquia, día grande de las fiestas de esta localidad a la que el río Alcanadre riega sus tierras.

Doña Amalia nació el 8 de septiembre de 1819 en la calle de la Placeta donde creció, y en la escuela de esta muy decorosa villa aprendió las primeras letras y números, y también las faenas de casa y algunas de la huerta de sus padres.

Casó con un mozo del pueblo llamado Francisco Villalba Mur y doña Amalía parió dos hijos, chica y chico: Carmen y Francisco, de cuya descendencia han sido sus cuatro nietos y 3 biznietos. Una familia prolífera y querida en Ontiñena tantas veces "cantada" precisamente por su hija política Inma Ferrer esposa de Francisco.

Doña Amalia ha tenido una vida algo azarosa o movida (como ustedes lo prefieran, ya que cuándo la contienda civil marchó primero a Barcelona dónde tuvo que servir y dónde aprendió a corte y confección, que fue su principal profesión, y dice que: "me ha gustado siempre". Tiene una memoria y soltura fantásticas, si bien le falla la visión probablemente debido a su profesión.

También vivió en La Seu de Urgell y pasado un tiempo regreso a Barcelona para volver definitivamente a su querido pueblo natal donde también residen sus hijos y el resto de su familia y amigos que hoy se han desplazado hasta la calle Arrabal para felicitarla y recordarla.

Dice que es muy feliz estando con sus hijos y el resto de familia, pero tal vez con más querencias hacia sus nietas y biznietas con las que junto a ellas ha soplado las velas de sus 100 años.

Le dijo a este escribidor que: "Nadie de mi antecesores ni mi familia ha llegado a los 100 años, pero mira por dónde me ha tocado a mí". Con la gracia y soltura de su conversación, dice que: "Aparte de la vista también me fallan algo las piernas que me impiden salir a pasear, pero algo hay que tener a estas edades".

Recuerda, como si fuera ahora mismo, sus tiempos de la vida en Barcelona. Le gustaba mucho ir al teatro y al cine, y de joven, en tiempos de noviazgo y de casada también el baile. Su esposo Francisco falleció años atrás pero dejó como heredero de su nombre a su hijo Francisco.

Durante nuestra conversación me dijo que: Sí he sido feliz pero ha habido tiempos en que no lo he sido, pero lo conservo para mí en mis adentros". Los sentimientos personales se deben guardar para uno mismo".

En la fiesta de su cumpleaños centenario ha estado rodeada de sus hijos, nueras o jóvenes como se dice en nuestra tierra, nietos y biznietos, algunos familiares y también algunos allegados. El ramo de rosas y flores traído desde Barcelona que adornaba la mesa desprendía un olor a sentimientos de gratitud hacia una gran mujer cuyas vivencias ha repartido entre sus íntimos, familiares y amigos que ayer le devolvieron a doña Amalia con su cumpleaños en el día de la Santa Reliquia. Yo también me sentí feliz por haber estado junto a ella, a esta gran mujer de Ontiñena, he podido escuchar la jota grabada que le dedicaron en su honor.