Sociedad

La Jornada Mariana reúne a 8.000 personas en Torreciudad

En la 29 edición de este encuentro actuaron el Coro del Colegio Tajamar, de Madrid, y los Titiriteros de Binéfar

La Jornada Mariana reúne a 8.000 personas en Torreciudad
La Jornada Mariana reúne a 8.000 personas en Torreciudad
S.E.

HUESCA.- Más de ocho mil personas se reunieron ayer en el santuario de Torreciudad, en la 29ª Jornada Mariana de la Familia, que congregó a grupos de toda la geografía española. La convocatoria contó con un mensaje del papa Francisco, por cuyo viaje a Mozambique, Madagascar y Mauricio se pidió expresamente.

Fue una jornada en la que monseñor Mario Iceta, obispo de Bilbao, habló a las familias del amor y entrega que generan vida y de unos hijos que puedan transformar el mundo, y afronten las dificultades desde la indigencia personal, la fe y la confianza. Iceta ve la familia como "don de Dios" y "regalo presidido por el amor, la alegría y la esperanza".

Hubo presencia de autoridades locales y destacó la actuación del Coro del Colegio Tajamar (Madrid), la de Los Titiriteros de Binéfar, y se contó con los servicios de Cruz Roja de Monzón y Graus y efectivos de la Comandancia de Huesca de la Guardia Civil. La Asociación de Empresarios del Somontano de Barbastro gestionó la exposición de productos típicos de la tierra y la entrega de información sobre turismo religioso con varios establecimientos y lugares de interés.

En un mensaje dirigido a los participantes, el papa Francisco les pidió "edificar una sociedad armoniosa en la búsqueda del bien común" y les animó a "contribuir al fortalecimiento y desarrollo de la que es célula básica de la sociedad". El papa reclamó a los presentes su oración por "el fruto de su ministerio al servicio de toda la Iglesia".

En su homilía, el obispo de Bilbao pidió "acoger y servir a niños que no tienen familia, a familias que sufren, a enfermos y ancianos, a los heridos de la vida, a los excluidos y descartados, a los empobrecidos e inmigrantes".

Monseñor Iceta subrayó la necesidad de que "vuestras familias sean acogedoras, sensibles a las necesidades de los demás". Alabó a las madres, que "tienen un don especial para percibir las necesidades y sufrimientos, que nos enseñan a mirar de un modo nuevo".

Con palabras del papa Francisco recordó que "cada uno, con sus cualidades, dones y carismas, es para los demás" y que "somos mendigos que necesitamos apasionadamente ser amados".

El obispo de Bilbao impulsó al optimismo y señaló que "la aventura de la vida es una iniciativa suya (de Dios), no nuestra. No olvidemos nunca: Dios con nosotros". Iceta resaltó la necesidad de cultivar la oración personal y familiar, con la confesión y la eucaristía, que "es fuente inagotable de amor". Destacó que "es fundamental saber reconocer las faltas, pedir perdón y ofrecer el perdón".