Sociedad

COSAS DE CASA

La localidad de Buera conserva una de las tiendas con más "encanto"

Uno de los patios de la localidad, en casa Pablatorre, da acceso al establecimiento de la familia Lisa

La localidad de Buera conserva una de las tiendas con más "encanto"
La localidad de Buera conserva una de las tiendas con más "encanto"
Á.H.

El encanto de los patios empedrados en casas de Buera está entre los alicientes atractivos de la localidad. En realidad, son un patrimonio etnográfico realizado con cantos de piedra de río en forma de diseños geométricos que se conservan en nueve casas. Uno de estos patios con encanto, en casa Pablatorre, da acceso a la antigua tienda abierta por la familia Lisa entre los años 40 y 45 "en tiempos difíciles de trabajo para el sustento familiar". Así lo recuerda Mariano Lisa, uno de los tres hermanos con Santiago y Javier, que conservan la antigua tienda donde sus padres vendieron de casi todo. Se refiere a María Pano, natural de Huerta de Vero donde tuvo panadería y José Lisa, de Buera.

En la historia local y del Somontano estaría entre las "tiendas con encanto" que forman parte de un legado no lejano porque el establecimiento ubicado en el patio de la casa se conserva en buenas condiciones gracias a los cuidados de la familia que mantienen casi todo en "estado de revista" para visitas guiadas. La tienda se cerró hace cuarenta años pero en el interior los herederos conservan calzados de aquella época, zapatillas en especial, la balanza antigua con pesas y la "moderna" marca Arbe, cajones para venta de hilos "Cometa", el medidor de grado de alcohol para comprar el vino que vendían a Fábregas, en Barbastro, y jarras de medir.

Además, botellas de licor de varias marcas, depósitos de caldo en cubito Gallina Blanca, de almendras garrapiñadas y pimentón "Piel Roja", brillantina, molinillo de café a granel y la "fresquera" para conservar la carne. En las estanterías, despiertan cierto interés las cajetillas y paquetes de Tabacalera, entre ellos de "picado fino" y "superior" para los cigarros manuales. Una garrafa, tirantes antiguos, calcetines, delantales y artículos de venta entre otros detalles propios de tiendas de época. La conservación se extiende al patio e incluye otras dependencias como la bodega.

Mariano Lisa, alcalde del municipio, y entre los vecinos "románticos" de la localidad, recuerda la historia de la tienda: "La abrieron mis padres entre los años 1940 y 1945. Mi padre compaginó este trabajo con el transporte en camión compartido con mi tío, ambos se buscaron la vida para dar servicio a vecinos de pueblos. En aquella época, las necesidades condicionaron la vida y aprovechó para abrir la tienda donde se vendía de casi todo".

Al mismo tiempo "fue, también, un lugar de reunión habitual entre vecinos y fuente de recursos porque, además de comestibles, vendían de casi todo. Si hiciera una radiografía del establecimiento, había desde pienso, artículos de limpieza, medicamentos para animales, incluso para personas en casos de urgencia porque mi padre fue sanitario en la contienda civil y entendía. En muchas ocasiones puso inyecciones mientras llegaba el médico".

En la localidad estaba "la tienda de Emilio" pero en casa Pablatorre la selección y variedad eran más amplias. Según Mariano, hace unos años "los tres hermanos optamos por rehabilitar el espacio y dejarlo en condiciones de visita para gente interesada. Se guardan muchos recuerdos y utensilios, entre ellos los más habituales". Recuerda con buen humor que su padre fue "estraperlista por obligación y nunca tuvo problemas. Aquello era habitual".

Además, "se fue a Valencia como sanitario con 17 años y al regreso de la guerra civil sufrió los problemas derivados de haber estado en el bando distinto al ganador. Regresó a Buera enfermo de su paso por un campo de concentración, se pasó veinte meses en cama y con visión comercial optó por este sector". En la misma línea, "el comercio y el camión fueron los vínculos tradicionales en mi familia y vendieron el camión cuando mi tío se dedicó al servicio de taxi en Barbastro. Mi madre se pasó muchos años tras el mostrador".

En la comarca del Somontano desaparecieron la mayoría de comercios con encanto y quedan pocos "supervivientes" del sector. Los hermanos Lisa (Santiago, Mariano y Javier) han optado por conservar el espacio rehabilitado como recuerdo emocional de aquella época.