HUESCA.- El colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Alto Aragón de Barbastro cumple 50 años desde que se inauguró la Escuela Hogar, el 25 de noviembre de 1969, con ocho unidades atendidas por cuatro maestros y cuatro maestras para 40 alumnos becarios e internos procedentes de pueblos de comarcas próximas donde cerraron las escuelas. Así consta en la historia del colegio cuyo primer director fue Manuel Palacio desde noviembre de 1969 hasta agosto de 1987, por ahora el de mayor longevidad en el cargo; maestro e hijo de maestro en la escuela de Cregenzán y vecino de Barbastro donde reside.

El desarrollo de los años sesenta impulsó la construcción del colegio en la ciudad donde la Escuela Nacional La Merced (escuelas nacionales) ya estaba saturada de alumnos. La propuesta educativa se completaba con Escolapios y San Vicente de Paúl, con sello de "primeros colegios fundados en Barbastro". Aparte, el Instituto Laboral, germen del IES Hermanos Argensola y desde 1966, Seminario como centro para impartir Bachillerato y COU.

La despoblación y cierre progresivo de escuelas en los pueblos originó el crecimiento de ciudades como Barbastro, donde las autoridades no fueron ajenas a la situación y desde el Ayuntamiento del alcalde Rafael Fernández de Vega y Frago se cursó una solicitud para la construcción de un nuevo colegio que se concedió en 1966 dentro del Plan de Concentraciones Escolares en el sistema educativo estatal, según consta en el historial. Un año más tarde, se aprobó la construcción de la primera Escuela Hogar en España, y dos años después, en 1969, se inauguró con alumnos procedentes de pueblos y "excedentes" de la Escuela La Merced.

Dos nuevas maestras, Mari Carmen Buil y Carmen Arnal, se incorporaron para atender el servicio de internado durante cinco años hasta que en 1974 se inauguró la Residencia Hogar Félix de Azara, próxima al colegio. En diferentes etapas, el colegio aumentó el censo cuando se cerraron escuelas rurales en 1975 y con 16 unidades surgió la necesidad de habilitar aulas en el antiguo instituto. El transporte escolar y comedor fueron complementos indispensables.

Al comienzo del curso 1981, el centro se desglosó en dos colegios públicos, el Pedro I y el Alto Aragón, con distribución de alumnos, y se inauguró el parvulario actual. En años sucesivos decrecieron las solicitudes de internado y aumentó el número de alumnos transportados a Barbastro que hoy son minoría.

En el transcurso de estos 50 años, ha tenido seis directores: Manuel Palacio (1969-1987), Montserrat Doste (fallecida, 1987-1991), Antonio Fondevila (1991-2001), Joaquín Tena (2001-2011), José Luis Cuello (2011-2015) y María José Aramendía desde enero de 2016 al frente del colegio con censo de 388 alumnos. En su opinión, "medio siglo supone muchas cosas para quienes vivimos en este mundo educativo donde ha habido una clara trayectoria de evolución desde los primeros 40 alumnos que vivían aquí en el primer colegio, con dormitorios habilitados, hasta que se construyó la Escuela Hogar, primera en España cuya estructura fue modelo en otras similares. Mari Carmen Buil y Carmen Arnal se encargaron del primer internado, fueron casi dos madres para 40 alumnos de diferentes localidades".

En medio siglo de trayectoria, "se han formado miles de alumnos y hasta el año 2000 pasaron más de 200 profesores por los datos recopilados. Uno de los censos más altos fue de 600 alumnos y 32 profesores.

En las mismas aulas donde hay 25 alumnos y nos parece que están abarrotadas hubo cerca de 40 en otras épocas. Destaca la multiculturalidad con alumnos procedentes de 27 nacionalidades con predominio de población marroquí residente en Barbastro, también de países del Este, y en los últimos cursos se han incorporado de países sudamericanos.

"La convivencia es muy buena y hemos conseguido que el ambiente del colegio sea ajeno a diferencias culturales, socio-económicas y de otros tipos. Aquí todos son iguales, sin distinciones", en opinión de María José Aramendía, quien destacó la evolución durante 50 años con "momentos importantes, entre ellos el paso de alumnos y alumnas al Instituto porque muchos padres tuvieron cierto temor, infundado". Al mismo tiempo, se refirió "a la estrecha colaboración de las familias con el colegio gracias a una buena relación con las asociaciones de padres y madres".

"¡QUÉ LOCAS FUIMOS!"

Mari Carmen Buil fue con Carmen Arnal quienes atendieron el internado de la primera escuela, "aquella experiencia vista ahora te diría: ¡qué locas fuimos!, dos maestras recién salidas de la Escuela Normal que nos embarcamos en un internado con 40 alumnos de varias localidades incluso lejanas, desde Cornudella de Valiera. En el primer año lo sacamos adelante con jornadas de 24 horas, sábados y domingos inclusive. De todas maneras, la recuerdo con alegría en estos momentos".

Antonio Fondevila, que dirigió el colegio desde 1991 a 2001, compartió "las emociones propias de una larga etapa profesional porque fue mi casa durante años y para los maestros, la formación educativa es el objetivo prioritario que ahora ves desde la satisfacción personal".