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Huesca, un buen lugar para pasar el invierno

El Grupo Ornitológico Oscense realiza el seguimiento de las aves

Huesca, un buen lugar para pasar el invierno
Huesca, un buen lugar para pasar el invierno
G.O.O.

HUESCA. -De nuevo el sonido de los petardos y los gritos de alarma en las inmediaciones del parque Miguel Servet de Huesca nos indica la llegada de los estorninos pintos (Sturnus vulgaris) que, tras su periodo reproductor en el centro y norte de Europa, vuelven a los dormideros urbanos que descubrieron hace casi 28 años.

Así lo indica el presidente del Grupo Ornitológico Oscense, Nacho Arizón, quien destaca que "la población de aves invernantes vuelve a ocupar nuestros jardines y campos para darnos esa nota de color de sonido en estos días en los que el cierzo y la boira se adueñan alternativamente de la calle".

Recuerda Arizón que al principio de los años 90, "los grandes bandos de estorninos pintos (no confundir con los estorninos negros (Sturnus unicolor) y residentes todo el año, después de las roturaciones de algunos carrizales en las cercanías , descubrieron que la misma ciudad podía ofrecerles seguridad y una temperatura algo más alta para pasar las frías noches de invierno, convirtiéndolos de repente en enemigo público número uno del Ayuntamiento".

De este modo, el responsable de este colectivo comenta que se crean muchas molestias de suciedad y además desplazan a numerosas especies que lo ocupaban como gorriones, mirlos, lavanderas o urracas, formando estas últimas lo que en su día fue uno de los dormideros más grandes de Europa en esta especie. "Todos los cambios siempre benefician a unas especies y perjudican a otras, la única diferencia es que en este caso nosotros estamos entre las especies perjudicadas", matiza Nacho Arizón.

De la misma forma que otras especies como los carriceros, zarceros, ruiseñores, oropéndolas, entre otras, vienen a la península para reproducirse y sacar adelante sus polladas, debido a que es mas fácil para ellas conseguir alimento, "otras muchas nos eligen como lugar de descanso para pasar el invierno, evitando el frío del norte, y enseñando a sus congéneres cuáles son las mejores rutas migratorias para alcanzar su destino", comenta.

Según Arizón, algunas de estas aves son muy vistosas como la grulla (Grus grus) en sus grandes bandos en forma de V, pero también millones de pequeños pájaros realizan sus vuelos, muchas veces nocturnos, de cientos de kilómetros, como los pequeños petirrojos (Erithacus rebecula) que aunque tienen poblaciones residentes reciben una importante población invernante.

El Grupo Ornitológico Oscense realiza desde hace años proyectos de seguimiento de aves invernantes mediante censos y jornadas de anillamiento. Según Arizón, gracias a estas actividades "seguimos aprendiendo y descubriendo nuevos datos y detalles que de otra forma pasarían desapercibidos".

Durante la primera semana de enero se realiza un censo de aves acuáticas invernantes en las principales zonas húmedas de la provincia. Para ello, se lleva a cabo un conteo de especies e individuos en el que constatamos los cambios que se van produciendo con la evolución de estos humedales y que permite tomar las medidas adecuadas para su conservación.

En la actualidad también se desarrollan varios proyectos de anillamiento científico de aves invernantes, mayoritariamente paseriformes, como los de la alberca de Alboré, y el carrizal de La Laguna de Sariñena. Este último se comenzó en 2013, en la orilla norte, y este año se realiza el inventariado de la zona noroeste.

"Estos proyectos nos aportan datos muy interesantes sobre poblaciones invernantes de especies como el escribano palustre (Emberiza schoeniclus) y el pájaro moscón (Remiz pendulinus) con numerosas recuperaciones de aves anilladas en Finlandia, Estonia, Francia, Alemania o Rusia, que eligen Huesca como lugar de descanso, o como el bonito bigotudo (Panurus biarmicus) que es una de las pocas aves capaz de alimentarse de la semilla del carrizo, sumamente indigesta para la mayoría de las aves.

Según Arizón, "esta actividad además de ayudarnos a descubrir sus rutas migratorias, nos indican el tamaño y estado de salud de las poblaciones así como su longevidad y otros datos biométricos, que nos sirven para seguir estudiando a estos pájaros".

También el aumento de las poblaciones invernantes de algunas rapaces como el busardo ratonero (Buteo buteo) puede llegar a contribuir a controlar algunos pequeños mamíferos como los topillos, causante de plagas en épocas de bonanza para esta especie y que pueden inclusoser causantes de abundantes pérdidas en la agricultura. En este caso, otras aves como la cigüeña común (Ciconia ciconia), la garza real (Ardea cinérea), la garceta grande (Ardea alba) o incluso el aguilucho lagunero (Circus aeroginosus), incorporan estos mamíferos en su dieta.

En el caso del halcón Peregrino (Falco peregrinus) también recibe poblaciones del norte de Europa, Finlandia, Noruega, etcétera e incorpora en su dieta además de palomas, tórtolas turcas (Streptopelia decaocto), especie originaria de Asia y Oriente próximo, que en el último siglo se ha expandido de forma espectacular por toda Europa, ocupando a su vez el espacio dejado por las palomas domésticas y cómo estas han ampliado su periodo de cría hasta el final del otoño.