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La presencia de monjes en el monasterio de El Pueyo, reforzada

El fin de semana fue la ordenación de 3 diáconos y la toma de hábitos de cinco religiosos

La presencia de monjes en el monasterio de El Pueyo, reforzada
La presencia de monjes en el monasterio de El Pueyo, reforzada
S.E.

BARBASTRO.- La ordenación de tres diáconos y la toma de hábitos de cinco religiosos del Instituto del Verbo Encarnado, entre el sábado y el domingo en la iglesia de El Pueyo, refuerzan la continuidad de los monjes en el monasterio desde que relevaron a los misioneros claretianos, hace 10 años, en la etapa del obispo emérito Alfonso Milián. En el monasterio está el Centro de Formación para religiosos de la Congregación fundada hace 35 años y se ha convertido en referencia internacional.

El obispo Ángel Pérez ordenó a tres diáconos, en la eucaristía celebrada el sábado en la iglesia del monasterio, y al día siguiente, el superior de la comunidad, Pablo di Césare, presidió la toma de hábitos religiosos de cinco estudiantes. A las ceremonias asistieron familiares de los ocho religiosos sudamericanos como los 16 monjes residentes en El Pueyo, procedentes de nueve países distintos entre sacerdotes (3), hermanos (3), diáconos (3) y estudiantes de teología. La edad oscila entre 23 y 25 años.

En el primer trimestre del año 2020 llegarán 6 estudiantes más, según informó Pablo di Césare, quien destacó "la vida religiosa como una salida para jóvenes universitarios y con carreras profesionales que optaron por los votos perpetuos en el monasterio". Es el único que hay en la provincia y entre los más poblados de Aragón entre monjes y aspirantes.

Pablo di Césare recuerda que vinieron al monasterio hace diez años gracias al obispo Alfonso Milián. "Llegamos aquí por la Virgen del Pueyo y los Mártires Claretianos para servir a todos los fieles que necesiten de nuestra ayuda espiritual. Dios nos bendice con vocaciones. Los aspirantes llegan de distintas casas de formación en el mundo y terminan los estudios de Teología".

Una jornada cotidiana en la vida de un monje comienza temprano, "a las cinco de la mañana rezamos las primeras oraciones, oficios, adoración eucarística y misa que son como el centro de gravedad de nuestra vida. Tras el desayuno, los estudiantes tienen clases de Teología que impartimos nosotros y profesores itinerantes de la Congregación. Se cocina y se friega por turnos, la comida es en silencio siempre, con la lectura de un libro de espiritualidad".

Al mediodía "descansamos un rato porque el día se hace muy largo y, tras el pequeño reposo, rezamos, los monjes disponen de tiempo de trabajo hasta una pequeña merienda, horas de celda, se sigue con el estudio personal de la Teología, a las siete de la tarde es hora de oración, vísperas, cena y la oración de completas con el examen de conciencia. En el transcurso de la semana hay tiempo para actividad deportiva y nos ocupamos de tareas de mantenimiento en la casa y en el monte".

Además gestionan las habitaciones de la planta superior de la antigua hospedería donde la Asociación Amigos del Pueyo ha invertido 8.000 euros para completar el sistema de calefacción y aire acondicionado para que sean más confortables en invierno. Esta inversión con recursos propios se suma a muchas anteriores realizadas en el monasterio.