Sociedad

SOLIDARIDAD

La diócesis de Barbastro se suma a la tercera campaña "Minutos de esperanza"

El objetivo es reunir 2.030 tarjetas telefónicas con 5 euros cada una para distribuir entre los presos

La diócesis de Barbastro se suma a la tercera campaña "Minutos de esperanza"
La diócesis de Barbastro se suma a la tercera campaña "Minutos de esperanza"
Á.H.

BARBASTRO.- Las diócesis de Aragón han puesto en marcha la tercera campaña "Minutos de esperanza" con el objetivo de reunir 2.030 tarjetas telefónicas con 5 euros cada una para distribuir entre los presos de los centros penitenciarios de Teruel, Zuera y Daroca el próximo 20 de diciembre. En la campaña presentada por el obispo Ángel Pérez, coordinador de la Pastoral Penitenciaria en Aragón, participó Isabel Escartín, delegada de la archidiócesis de Zaragoza, pionera de la campaña de recogida de tarjetas que lleva "veinte años pisando cárceles".

El prelado de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, fue claro en su mensaje, "que ningún preso de Aragón se quede sin felicitar la Navidad a sus seres queridos" y se refirió a la Pastoral Penitenciaria que ofrece "un testimonio de amor y de perdón a los descartados de la sociedad". En la misma línea indicó que, si bien es la campaña más vistosa, "son 24 los proyectos que las diócesis de Aragón desarrollan durante 365 días del año en las cárceles gracias a la labor coordinadora de Isabel Escartín".

Las tarjetas telefónicas son "muy codiciadas porque es el mejor regalo que se les puede hacer por Navidad, es una época muy emotiva y conectar con los familiares es algo que les llena el alma" según explican los capellanes de las cárceles. En la campaña se puede colaborar hasta el 20 de diciembre porque, a partir de esta fecha y hasta el 24 de diciembre, está prevista la entrega de las tarjetas "en persona para felicitarles la Navidad". Los interesados en colaborar pueden entregar el donativo en la cuenta ES47 2085 0138 3803 3034 2277

La campaña se enmarca entre las actividades pastorales del obispo Ángel que define con sencillez, "servir a todos de manera incondicional" y también incluye los reclusos en cárceles aragonesas, "no los quiero por lo que hayan podido hacer sino por lo que son y significan para Dios. Este año celebraré la misa el día 25 en la cárcel de Zuera". En la misma línea destacó que mediante esta iniciativa "ayudamos a cientos de reclusos a recobrar su dignidad como hijos de Dios"

Al mismo tiempo indicó que "la entrega de tarjetas telefónicas es un gesto de ternura que facilita la reinserción social. Además, una oportunidad para hacerles entender que no todo está perdido y se les ayuda a recobrar su dignidad como hijos de Dios. No hay nada tan gratificante como regalar esperanza", según el prelado.

El obispo recordó algunos testimonios escritos de reclusos, "en la cárcel sabemos cuánto representa una tarjeta telefónica. Sin ella no hay llamadas a tu esposa, ni a tus hijos, ni al abogado, ni a quien te pueda solventar el problema en un momento determinado. Es tu conexión con el mundo, parece mentira pero, después de la libertad, tal vez sea el mejor regalo que se puede hacer a un preso".

Las tarjetas telefónicas son muy codiciadas, "se puede vivir sin muchas cosas pero pasar la vida sin sentir nunca la voz de cariño de los tuyos hace todas las cosas más difíciles y en Navidad se nos hace duro no estar con nuestras familias... ni siquiera hablar con ellos y demostrarles que, pese a todo, les recordamos y queremos. Cuando cada año, por estas fechas, a través de la pastoral penitenciaria nos proporcionan tarjetas telefónicas para llamar a nuestras familias, no saben bien el favor que nos hacen y la alegría que nos dan".