DE CERCA
Elena Casaña Bernad: "Cambiaría a los políticos que no peleen a favor de la igualdad y en contra de la despoblación"
"Estoy orgullosa de mi tierra y la defiendo cantando", asegura
¿Quién es Elena Casaña Bernad?
-Una mujer rural, orgullosa de su tierra y que la defiende con lo mejor que sabe hacer, cantando.
Un momento intenso y feliz en el mundo de la jota.
-Mi premio Ordinario que fue la primera vez que se hizo en el Auditorio de Zaragoza y poder celebrarlo con mucha de mi gente
¿A qué arte podría comparar la jota?
-No es comparable con ninguno. Es único y como tal, digno de admirar, de respetar, de cuidar y de dar a conocer más.
Un sentimiento que trasmite la jota
-Emoción.
De los lugares en los que ha cantado y los concursos en los que ha participado, ¿cuál es el que más le ha marcado o influido?
-El Teatro Olimpia y el público de Huesca es sensacional. El Teatro Principal de Zaragoza muy acogedor y la sala Mozart del auditorio de Zaragoza impactante. El año pasado estuve en una gala en el teatro Romea en Barcelona y el público (casi todos hijos de Aragón) fue estupendo.
Un espacio donde le encantaría cantar
-En el Aneto, que además nunca he estado y en el escenario del Festival de Lanuza.
Una cantadora de jotas como usted, ¿cómo soporta los nervios antes de salir a cantar?
-Solo me pongo nerviosa en las competiciones pero cuando te rodeas de tu gente y no piensas en competir sino en dar lo mejor de ti misma, los nervios van desapareciendo
Además de la jota, ¿qué otro género de canciones le gusta cantar?
-Canto de todo pero a mi manera, me encanta la copla y canción moderna. Si tuviera tiempo me encantaría adentrarme en el canto lírico
Destaque una jota y una canción.
-Una jota que no es mía aunque sí la he hecho es La tierra de Los Monegros y una canción que siempre canto en fiestas es Hoy quiero confesar de Isabel Pantoja.
¿Con qué palabras definiría la jota?
-Grande, única y emotiva.
¿Cómo y cuándo empezó a cantar?
-A los 7 años en la escuela de Sariñena, de la mano de José Antonio Villellas.
Ahora usted enseña, ¿Qué le transmitió el maestro Villelas que ahora traslada a sus alumnos?
-La seguridad en uno mismo, confianza, dejar de mirar lo que hacen los demás. José Antonio es una persona muy sensata, muy segura y calmada y nunca he ido a un escenario a pasarlo mal. También me trasmitió el saber cantar y sacar lo mejor de mí.
Si pudiese cambiar algo en este mundo a través del folclore y de la jota, ¿qué sería?
-¡Muchas cosas!
¿Guarda algún recuerdo, si no de felicidad, sí de plenitud total?
-Por supuesto y sin ninguna duda, el nacimiento de mis hijos.
¿Se imagina a sí misma con otra vida diferente siendo alguien totalmente distinta?
-Sí, soy versátil y me acoplo enseguida (risas).
¿Qué hace para conservar esa espléndida voz?
-La cuido mucho con infusiones de tomillo, jengibre, miel... y mucha agua del grifo (risas).
Defina en una frase sobre Aires Monegrinos.
-Una segunda familia, donde después de 28 años aún conservo buenos amigos.
Aires Monegrinos acaba de celebrar su cuarenta aniversario. ¿Cómo le gustaría celebrar el 50 aniversario de Aires Monegrinos?
-Con la misma gente que estamos ahora, y que hemos celebrado el 40 aniversario, y conjuntamente con muchos más monegrinos que vienen pisando fuerte.
¿Qué valora en un ser humano?
-La sencillez, bondad, alegría, ganas de vivir. Me encanta la gente a la que todo le va bien.
Un sueño por cumplir.
-Comprarme una auto caravana y viajar por el mundo.
¿Qué sorprendería a la gente saber de usted?
-Creo que lo saben todo, soy una persona transparente.
¿Con quién una foto para la posteridad?
-Con los míos, con mi gente.
¿Con qué personajes se tomaría más a gusto una copa?
-Con gente que me haga reír. Con los de Oregón Televisión, por ejemplo (risas).
¿Y por quién iría a lavarse las manos inmediatamente después del apretón?
-Nunca me iría a lavar las manos después de un apretón.
¿Qué queda en usted de su niñez?
-La sencillez y la ilusión por hacer las cosas.
¿Y qué no le gusta del carácter que ha edificado con la edad?
-Mi mal genio.
¿Cómo imagina el mundo dentro de cincuenta años?
-Con muchos menos pueblos, menos calidad de vida y un planeta un poco menos verde, tristemente
¿Qué se dice a sí misma cuando se mira en el espejo por la mañana?
-Casi nunca nada, me levanto medio dormida, pero cuando me acuerdo me digo: buenos días guapa, hoy va a ser un gran día.
Tres cosas importantes a las que no renunciaría.
-La familia, los amigos y la naturaleza.
Tres cosas sin las que nuestro planeta sería un lugar mejor.
-La contaminación, la hipocresía y el dinero.
Si tuviera que elegir un personaje famoso para sentarte a charlar un rato, ¿a quién elegiría?
-A Manolo García.
¿Qué es lo que más le gusta de Los Monegros?
-Todo. Su paisaje, su gente, sus pueblos y sus ganas de no rendirse.
¿Qué añadiría a Los Monegros?
-Más gente y más trabajo.
¿Qué cambiaría en este país?
-A los políticos que no luchen por un mundo mejor, para que la justicia sea justicia, a los que no peleen por la igualdad y a los que no hagan nada por la despoblación rural.