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Juan Guardiola Román: “Prefiero parecer un trabajador de la cultura que un dirigente profesional”

Desde 2016 es director del Centro de Arte y Naturaleza (CDAN)

Juan Guardiola Román: “Prefiero parecer un trabajador de la cultura que un dirigente profesional”
Juan Guardiola Román: “Prefiero parecer un trabajador de la cultura que un dirigente profesional”
J.B.

En 2016 comenzó su andadura en el Centro de Arte y Naturaleza (CDAN). ¿Ha cumplido los objetivos propuestos?

- No todos los que deseaba en un principio, pero sí uno esencial como es devolver al centro al lugar que ocupó en lo que a programación se refiere, eso sí gracias a una optimización del limitado presupuesto del museo y la absoluta implicación de la plantilla. Aún así, estamos tejiendo una red de trabajo con otras entidades que trabajan por la cultura en la comunidad autónoma.

El museo es uno de los más prestigiosos en el ámbito del arte contemporáneo. ¿Se siente orgulloso de dirigirlo?

- Es prestigioso a nivel nacional e internacional en el ámbito de la relación entre arte y naturaleza y un referente indudable en arte contemporáneo dentro de Aragón. Más que orgullo, siento un gran respeto a lo que el CDAN significa y una gran responsabilidad ante los ciudadanos.

También es uno de los más inclusivos, puesto que ha eliminado el género de los servicios. ¿El CDAN está más abierto que nunca a toda la ciudadanía?

- Hemos eliminado las imposiciones de género respecto al uso de los lavabos pero todavía quedan muchas cosas por hacer en esta materia. Esperamos contar en el futuro con mayores recursos para poder ejecutar todas las acciones que tenemos planificadas sobre inclusión.

Cuando se levanta por la mañana para ir al trabajo. ¿Va en coche o andando?

- Voy caminando. Además de ser un hábito saludable, es terapéutico. Caminar te permite pensar y establecer un esquema de trabajo a desarrollar en el día.

¿Qué le queda de su niñez?

- Como a todas las personas que han disfrutado de una infancia feliz; generosidad, tolerancia y desprejuicio.

¿Y qué no le gusta del carácter que ha edificado con la edad?

- Soy consecuente con mi madurez, cometo errores que en la medida posible intento corregir y, si son causa de daño a terceros, pido perdón. Las disculpas deberían estar en al ADN de toda persona adulta.

¿Qué es lo más complicado de organizar una exposición?

- La investigación, es decir, el desarrollo de un corpus teórico anterior a la búsqueda de obras de arte que dialoguen, contextualicen o difieran del mismo. Toda exposición es un relato que, en vez de palabras, se conforma con obras que deben permitir lecturas diversas, variadas y, a veces, antagónicas de dicha narrativa.

¿Por qué cuesta tanto convencer a los gobiernos de que la cultura es un pilar fundamental de nuestra sociedad?

- Muchos dirigentes del perfil político no comprenden los beneficios que aporta la cultura a la sociedad porque no la conocen desde dentro. Me encantaría que me acompañaran en una ruta por Huesca para mostrarles lo que el CDAN y la cultura oscense serían capaces de hacer.

¿Cuál es la mayor superficialidad que le encanta permitirse en su vida?

- Leer un libro, ir al teatro, al cine, acudir a un concierto, visitar una exposición… para muchas personas todo esto es cultura, una actividad gratuita, innecesaria, frívola y hasta "burguesa", pues… bienvenida dicha superficialidad.

Viajar es una de sus pasiones. ¿Por qué es tan fundamental?

- Viajar te permite aprender y vivir experiencias que demuestran la creatividad y belleza de la vida.

Del 1 al 10, ¿qué grado de coquetería ejercita y por qué?

- No me considero coqueto, pero entreno mi cuerpo y mente a partes iguales. Me gusta pasar desapercibido, prefiero parecer un trabajador de la cultura que un dirigente profesional.

¿Qué hace usted cuando "se suelta el pelo"?

- Cortármelo, sin duda.

¿Le daría rubor reconocer que tiene sueños eróticos?

- No, ninguno. Es más, me gustaría tenerlos más a menudo, eso significaría que ha desaparecido la ansiedad que provoca dirigir un centro cultural.

Después de tres años y medio viviendo aquí, ¿echa de menos el bullicio de Madrid o prefiere la tranquilidad de Huesca?

- Tengo lo mejor de los dos mundos, vivo en Huesca en donde encuentro la tranquilidad, pero viajo a menudo a Madrid, donde encuentro a mi familia, amigos e impulsos creativos diferentes para volver a la vida oscense, en donde he hecho un maravilloso grupo de amigos y amigas que me da el calor necesario para ser feliz aquí.

De nuestra querida provincia lo que más le gusta es…

- El CDAN (risas), en serio. Por eso vine a Huesca. Pero la ciudad y la provincia están llena de lugares maravillosos como el Museo Pedagógico o el Parque de la Universidad, pueblos como Hecho o Aínsa y espacios naturales como Ordesa, Pineta, Sierra de Guara o Monegros.

Puestos a irnos de marcha, ¿cuál es la mayor "juergorra" que imaginarse puede?

- Me temo que la idea de juerga cambia con la edad, para mi la mejor "juergorra" es un fin de semana en el Pirineo, ya ves, he perdido habilidades…

¿Con quién una foto para la posteridad?

- No soy mitómano, me conformaría y sería muy feliz con una foto de todos mis compañeros y compañeras del CDAN.

Tres cosas importantes a las que no renunciaría.

- Me quedo con vivir la vida, compartir afectos y disfrutar de la cultura.

Después del fútbol y la minería, ¿sobre qué otra temática reflexionará el museo en el futuro?

- Sobre todos los temas que afectan a la naturaleza y al cambio climático.

¿Cómo le gustaría que recordaran su legado?

- Legado es una palabra llena de ego y en el CDAN intentamos no tenerlo. Me gustaría acabar mi contrato haciendo que el museo disponga de los recursos humanos que tuvo hasta 2012, cuando toda la plantilla fue despedida. Igualmente, sería un sueño poder abrir la finca Beulas Sarrate como centro de residencias para artistas y parque público para el disfrute de los y las oscenses.