Sociedad

OJO AVIZOR

Del belén en su comedor abierto al público a recibir a 4.000 visitantes

Llegaron los vecinos, después los turistas a ver su obra en un séptimo y, ahora, lo enseñan en un local

Del belén en su comedor abierto al público a recibir a 4.000 visitantes
Del belén en su comedor abierto al público a recibir a 4.000 visitantes
M.P.

Lourdes Paúl y José María Ara comenzaron hace 45 años a montar su belén en casa de Sabiñánigo, como cualquier otra familia. Ellos mismos lo iban construyendo, las casas, los ríos, las montañas, el pesebre. Poco a poco ese belén fue creciendo y cada año tenían que ir quitando sofás, sillas, para montarlo en el comedor. Se iba corriendo la voz y vecinos y no vecinos se presentaban en su casa para verlo.

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Pero en las navidades de 2016, "vinieron muchas personas a casa, llegamos a contabilizar más de cuatrocientas y no solamente vecinos de Sabiñánigo o de la Comarca, sino gente del País Vasco o de otros lugares que estaban por el valle pasando unos días y se habían enterado. Pensamos que eso no podía ser porque era un domicilio particular, un séptimo piso, en un bloque de viviendas con vecinos y no se podía estar todo el día subiendo y bajando gente", explican Lourdes Paúl y José María Ara.

Ante tal expectación, el Ayuntamiento se interesó, habló con el matrimonio y decidieron montarlo en un espacio de las antiguas escuelas de Sabiñánigo, en la Plaza del Justicia, para el disfrute de vecinos y visitantes. "La verdad es que si al año siguiente, en 2017, no nos hubieran dejado este local no lo hubiéramos puesto en casa porque no podía ser molestar a todos los vecinos durante un mes y medio desde las nueve de la mañana y hasta las once de la noche", Salvo las figuras, todo está hecho por Lourdes y José María, hasta el último detalle del mobiliario, los mantelitos de las mesas, las cortinas de las ventanas, cojines...

"Las casas están hechas de poliespán que vamos decorando. Por ejemplo, los ladrillos han sido elaborados con un soldador de electricista quemando un poquito el poliespán y luego se le da una mano de pintura oscura y otras más claras", indican.

Dicen que para hacer las casas se han fijado en las de estilo árabe. "Hemos mirado por internet cómo eran las edificaciones de entonces y la que nos gustaba intentábamos recrearla", explican.

Hay también varios aperos característicos como la embutidora de morcillas, la típica cadiera o la saladera de jamón, la devanadera, los telares como los de antaño, el molino de aceite, etcétera.

Los tapetes del mercado, los manteles de las mesas, los visillos, están hechos con mucho mimo por Lourdes; y José María se ha dedicado más a la marquetería, aunque el resultado final es obra de los dos, "porque a uno se le ocurre una cosa y a otro otra", argumentan.

Lourdes y José María están "encantados y agradecidos" de todo el personal que estos días se acerca a ver su "obra de arte". Las pasadas navidades fueron más de cuatro mil las personas que lo visitaron. Los escolares de Sabiñánigo también pasan por aquí cada año.

A los artífices de este Belén les gustaría poder ampliarlo para que quienes se acercan hasta el local pudieran ver con más detalle cada rincón.

Este año comenzaron el montaje el pasado 2 de noviembre. Apuntan que en esta ocasión han mejorado la iluminación y que todo el arbolado es nuevo. Se puede visitar hasta el 6 de enero desde las seis de la tarde y hasta las nueve de la noche, menos los días 24 y 31 de este diciembre que permanecerá cerrado.