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SALUD

Cualquier persona fallecida puede ser donante de piel

Expertos recuerdan que de este órgano depende la vida de los "grandes quemados"

Cualquier persona fallecida puede ser donante de piel
Cualquier persona fallecida puede ser donante de piel
S.E.

MADRID.- Cualquier persona fallecida puede ser donante de piel, un órgano del que depende la vida de los "grandes quemados". Es una de las donaciones más desconocidas pero gracias a la generosidad de los familiares, una vez superados los reparos, España acabó 2018 con excedentes almacenados en sus 12 bancos.

No siempre la piel disponible es suficiente, sobre todo en emergencias como la reciente erupción del volcán Whakaari que obligó al Gobierno de Nueva Zelanda a comprar de un banco de Estados Unidos una cantidad importante (alrededor de un millón de centímetros cuadrados) para tratar las graves quemaduras de más de una veintena de supervivientes.

En España se han dado algunas situaciones en las que ha habido que atender a varios quemados a la vez como el accidente de un caza-F16 de la Fuerza Aérea griega ocurrido en enero de 2015 en Los Llanos (Albacete).

Las cinco personas que resultaron con quemaduras graves fueron sometidas a un trasplante de piel pero no hubo necesidad de importar. Fue suficiente con la que había almacenada en el banco del Hospital La Paz (Madrid), donde fueron atendidos, ha explicado a Efe José Ramón Martínez Méndez, jefe de sección del servicio de Cirugía Plástica y Quemados de este centro sanitario.

En otras dos ocasiones las unidades de quemados recibieron un preaviso de emergencia: el accidente de Spanair (2008) y los atentados del 11M (2004), aunque finalmente no tuvieron que intervenir.

Según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el pasado año se contabilizaron 257 donantes de piel.

Martínez reconoce que se produce un rechazo inicial en las familias, porque creen que "van a recibir el cuerpo lleno de marcas y eso se lleva regular". Pero no es así. La piel se extrae de zonas no visibles.

Un paciente sano tiene de media dos metros cuadrados de piel (20.000 cm2) y lo habitual es extraer entre 4.500-5.000 cm2 por cadáver.

El año pasado se recogieron algo más de 560.000 cm2 (56 m2) de piel, con los que se trasplantó a 43 pacientes, "grandes quemados", que son los que tienen más del 40-50 % de la superficie corporal con quemaduras.