Sociedad

PANDEMIA DE CORONAVIRUS

Las guarderías temen que les impongan medidas inasumibles

Algunas dudan si abrir si les bajan el ratio de niños o les cierran el comedor

Las guarderías temen que les impongan medidas inasumibles
Las guarderías temen que les impongan medidas inasumibles
R.G.

HUESCA.- Entre rumores, dudas y la expectación de muchos padres que ya han vuelto al trabajo sin tener con quién dejar a sus hijos pequeños, las guarderías aguardan con incertidumbre a conocer las condiciones que les impondrá el Ministerio de Sanidad para volver a abrir sus puertas, supuestamente a partir del próximo 25 de mayo, cuando debería comenzar la segunda fase de la desescalada.

"Exactamente no sabemos cómo van a ser las medidas hasta que no se publiquen en el boletín oficial del Estado. Otra cosa es lo que nos imaginamos, que acertamos bastante", afirma la presidenta de la Patronal Aragonesa de Centros de Educación Infantil (Pacei), Ana Acosta. Y lo que se imagina no es nada halagüeño. Hasta el punto de que muchas se cuestionan si les resultará viable abrir.

Se habla de una distancia de dos metros entre los niños y entre estos con las profesoras, de ratios inasumibles o de comedores cerrados, entre otros requisitos.

La Pacei se reunió la semana pasada con el consejero aragonés de Educación, Felipe Faci, pero este no había recibido todavía ninguna indicación del Gobierno central y estaba pendiente de una reunión sectorial programada para este jueves.

"Por lo que me dijo el consejero que estaban barajando el no abrir el comedor escolar", indica Acosta, una medida que sorprende y asusta a las guarderías. "Sin comedor nosotros no podemos abrir, porque si verdaderamente precisan una conciliación los padres y las madres para trabajar, estamos hablando de que el niño y la niña está en el centro con un servicio de horario amplio", sostiene Acosta.

Alexandra Algás, de la Guardería Parchís, una de las 14 privadas que hay en la capital oscense según Pacei, también se plantea no abrir el día 25 con esta medida: "Los niños que acudan al centro será porque ambos padres trabajan y verdaderamente necesitan un sitio donde dejarlos. Si no nos permiten dar las comidas, se va a complicar todo bastante".

Otro tema peliagudo es el de la ratio de niños. Las guarderías, al menos en Aragón, ya antes debían contar con dos metros cuadrados por niño en las aulas, pero el temor es que se baje todavía más. "Si nos hacen reducir el número de niños es bastante inviable también abrir porque los gastos desde el momento en que levantas la persiana son exactamente los mismos", asegura Acosta. Patricia Betrián, de Club Minnie y portavoz de Pacei en Huesca, apunta otra cuestión: "Si nos bajan la ratio, ¿cómo hago la criba de mis niños? ¿Qué parámetros tengo para valorar quién entra y quién no?".

Más complicado ven todavía que les obliguen a mantener una distancia de seguridad entre los niños y de los niños con las profesoras. " ¿Cómo le dices a un niño de 18 meses que no se acerque a otro? Eso es inviable. ¿Cómo doy un biberón, porque al niño lo tengo que coger?", se pregunta Betrián. "Yo en la carta informativa que les voy a mandar inminentemente a los padres voy de cara y les digo: la medida de distanciamiento social es inviable cumplirla por razones obvias". También lo ve así Acosta: "Me da igual que haya tres que 20 niños, porque se van a tocar, se van a besar, se van a achuchar, van a coger un juguete y lo van a chupar".

Otro rumor que circula es que solo podrán recibir a niños cuyos dos padres trabajen. "En nuestro caso tenemos muchos papás maestros y, por lo tanto, ahora no trabajan", indica Algás, que ya sin esa norma se teme que acudirán pocos niños dadas las circunstancias. "Tenemos que hacer los cálculos y a ver si compensa realmente esa apertura o no", admite.

"Yo me negaría a abrir directamente en estas condiciones, pero nosotros somos necesarios porque damos servicio a 1.800 familias en todo Aragón", indica Betrián, que indica que muchos padres que trabajan les están preguntando constantemente qué va a pasar.

"Como patronal nos ofrecimos para hacer una mesa de diálogo con Sanidad y con Educación, porque entendemos que nosotros podemos aportar ideas en cuanto a las medidas, porque somos los únicos que sabemos cómo se trabaja en los centros, pero han hecho caso omiso a la oferta", se lamenta.

Otra indicación que están esperando para empezar a preparar la reapertura se refiere a las medidas higiénicas que van a tener que cumplir.

"No tenemos ningún criterio a seguir. Lo estamos haciendo según la experiencia que tenemos con los niños, aplicando todas las medidas de seguridad posibles", apunta Betrián, que asegura que ya lleva gastados 1.700 euros: test de covid-19 para las trabajadoras, mascarillas FFP2, geles, mamparas para el despacho, productos de limpieza...