Sociedad

SOLIDARIDAD

Historias con alma cuentan la realidad de una diócesis

Barbastro-Monzón muestra las acciones que se están realizando

Historias con alma cuentan la realidad de una diócesis
Historias con alma cuentan la realidad de una diócesis
S.E.

BARBASTRO.- Las historias con alma contadas por protagonistas acercan la realidad actual de la Diócesis de Barbastro-Monzón y muestran las acciones que se realizan durante la crisis del coronavirus. Además de eso, la nueva campaña Comparte Barbastro-Monzón se plantea como una iniciativa necesaria para recaudar fondos con objeto de financiar la labor social. Los recursos conseguidos se destinarán al "Fondo de Emergencia Covid-19" para ayudar a Cáritas Diocesana, cuya labor se extiende por cuatro arciprestazgos entre seis comarcas orientales del Alto Aragón, equivalentes a la mitad de la provincia de Huesca.

Los beneficiarios son diocesanos de Sobrarbe-Ribagorza, Somontano, Cinca Medio-Litera y Bajo Cinca, pero los efectos directos son más amplios en función de las necesidades actuales porque afectan a muchas familias y colectivos, además de urgencias, según informa el obispado de Barbastro-Monzón. El prelado Ángel Pérez señala que "desde el inicio de la crisis del coronavirus, la Iglesia católica ha seguido adelante con presencia en todos los lugares donde ha sido necesario para acompañar, repartir comida, voluntariado y oración".

Se ponen rostros para mostrar la labor en la campaña "visible" en www.compartebarbastromonzon.es, donde se ofrecen de modo visual historias con protagonistas entre los apartados dignidad laboral, misa diaria, "hablar a Dios", toneladas de caridad, comunión dominical, atención al teléfono, parroquia a domicilio, con la ropa, la escucha, como en casa, aliviar el dolor, manos amigas, por los ancianos... Estas realidades se reflejan en dieciocho grupos que incluyen acompañamiento a enfermos en hospitales, atención a las personas en riesgos de exclusión, servicios de atención espiritual (presencial y por teléfono), presencia directa en residencias de ancianos, alojamientos a disposición de las autoridades para personal sanitario o familias de víctimas, acompañamiento a los mayores y personas que viven solas, y oración por los difuntos y sus familias.

Se completan con la confección de mascarillas, propuestas lúdicas y culturales por internet, mantenimiento de templos, actividad de las cofradías, acompañamiento a distancia, fomento de una mirada humana a través de los medios de comunicación, sugerencias concretas para aprovechar el confinamiento, envío a padres y catequistas para a catequesis en casa, atención primaria y reparto de comida, oración continua en los monasterios y atención integral a los problemas en el ámbito personal.

La campaña incluye el "Fondo de Emergencia Covid-19" cuya primeras aportaciones son del obispo Ángel Pérez, sacerdotes diocesanos y personal de la curia. El dinero conseguido se canalizará a través de la Administración Diocesana y del Consejo para Asuntos Económicos.

Los interesados en colaborar pueden hacerlo por transferencia a la cuenta de Ibercaja ES63 2085 2154 3603 3078 2062, mediante cheque nominativo al Obispado con indicación expresa de que el donativo es para el Fondo de Emergencia, o mediante entrega en efectivo en la Administración diocesana. El donativo permite la posibilidad de desgravar en el IRPF y el certificado puede gestionarse de forma directa a través de la página web de la campaña.

TESTIGOS DIRECTOS

Los protagonistas de las historias de la campaña son Juan y N"Goro, Ángel Castillo y José Antonio Castán, Clarisas de Monzón, Ana Belén, Tere, Cristina y María, Pastoral de la Salud y Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, sacerdotes del Sobrarbe que atienden parroquias casi despobladas, Wiezlaw Dziadosz, hermana Nieves y María del Carmen, Jaime Mozás, Capuchinas de Barbastro, Pedro Escartín, Maribel y Carla, Hermanitas de los Ancianos Desamparados y los 38 trabajadores.