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Los oficios antiguos siguen vivos en Sena

El único centro etnográfico de Los Monegros sigue aumentando sus fondos y reúne ya 6.000 piezas

Los oficios antiguos siguen vivos en Sena
Los oficios antiguos siguen vivos en Sena
M.B.

SARIÑENA.- El único centro etnográfico dedicado a los oficios antiguos en Los Monegros sigue aumentando en visitas y en fondos, con gran cantidad de donaciones de particulares a lo largo de su trayectoria. "Muchas personas se han interesado en donar oficios completos de sus antepasados porque han observado la minuciosidad con la que se trata y expone cada uno de los objetos pertenecientes al Museo, sabedores de que van a formar parte de una colección de oficios perdidos y única en Europa", explican los promotores del Museo, Rocío Sanz y Alejandro Campoy.

Este espacio tan representativo de los oficios en los siglos pasados está ubicado en Sena y acaba de cumplir un lustro desde que abriera sus puertas al público. El 13 de junio del 2015, el Museo de Oficios Antiguos de Monegros celebró su inauguración familiar y dio comienzo a la ilusión de conseguir mostrar al mundo muchos años de esfuerzo y trabajo entre recopilación, restauración, catalogación, exposición y obras para poder mostrar las numerosas piezas al público. "¡Gracias a todo este proceso, ayer, día 13 de Junio del 2020 cumplimos 5 años!", señalan emocionados los propietarios. Desde entonces, su crecimiento ha sido constante, consolidándose como un referente museístico de toda la comarca.

"En el quinto cumpleaños, hemos decidido festejarlo con una ambiciosa ampliación de nuevos oficios perdidos y labores tradicionales que hemos recuperado para la historia. Además de piezas con gran importancia que mejoran y completan las colecciones ya existentes en el Museo", explican.

Este edificio ha sido, durante largos años, mientras Alejandro con su padre y su tío restauraban pieza por pieza, lugar de refugio de auténticas máquinas, utensilios, herramientas y mobiliario utilizado en el pasado y guardado hasta la fecha. Los objetos están meticulosamente colocados a lo largo de cada sala fielmente ambientada que esperan la curiosidad del visitante.

Nos cuenta Rocío que, para ella, lo más emotivo de las visitas es ver cómo personas de edades más avanzadas relatan historias de cuando, en sus épocas, manejaban todas esas herramientas y, en cambio, los niños no cesan en buscar el "porqué" o el "cómo" de su uso. Así, todas las generaciones recorren las salas con un entusiasmo que ellos agradecen.

Por todas estas vivencias experimentadas en el Museo durante el último lustro, el matrimonio realiza un balance muy positivo. "A medida que el boca a boca corre, se difunde el museo por un territorio cada vez más amplio y las visitas aumentan año tras año".

Asimismo, desde la dirección del Museo les encanta mantenerlo activo incorporando continuamente nuevos objetos y creando exposiciones temporales. Entre las últimas novedades, se encuentra la exposición de "cerrajería, forja y ornamentación", así como algunos oficios: la cestería, el laboratorio, el otorrino, el transporte, el electricista, el relojero, el afilador, el cristalero, la alpargatera y la sombrerería.

El centro exhibe con orgullo la primera adquisición, "fue un yugo ("jugo") de bueyes proveniente de Belver de Cinca que perteneció a nuestros tatarabuelos y con el cual Pedro Campoy (promotor del Museo y padre del propietario) comenzó a recopilar antigüedades de distintas zonas de España", así como "la última pieza ha sido el carro o rueda del afilador de Binéfar, con el que "Paco el gallego" pasaba afilando utensilios por todos los pueblos de la comarca de la Litera" y que ha sido adquirido con gran esfuerzo negociador y económico por Alejandro y Rocío (propietarios del Museo).

Un total de 120 exposiciones de oficios perdidos, labores tradicionales y estancias de una casa típica monegrina compuestas por 6.000 antigüedades (herramientas de las profesiones, enseres, instrumentos musicales, prendas de ropa y utensilios para todo tipo de funciones en la vida de nuestros antepasados) sorprenden junto a la meticulosidad con la que han tratado cada detalle y, a su vez, la naturalidad que transmiten logrando crear un entorno fiel en el que los visitantes podrán viajar fácilmente a su pasado y otros podrán conocer verdaderamente la forma en la que vivían los anteriores.

Por último, Rocío indica que continúan manteniendo reuniones periódicamente con los museos más importantes de la provincia de Huesca y reivindicando su existencia.

"En estos museos se guarda toda la cultura tradicional aragonesa de artes, oficios, música, costumbres, indumentaria, religiosidad popular y tradiciones. Luchamos contra un muro, ya que el apoyo institucional tanto comarcal como provincial y regional con el que contamos es totalmente nulo a pesar de solo pedir ayuda en la difusión para dar a conocer lo que durante siglos y siglos ha sido el modo de vida de nuestros antepasados".

Además, agradece "el apoyo de la televisión y la prensa autonómica, nacional e internacional, que nos responden con los brazos abiertos en todo momento. Junto a los medios de comunicación, podemos crear entrevistas, reportajes y grabaciones de gran interés cultural", concluye.