Sociedad

TRABAJO ALTRUISTA

Los Larrosa, 20 años en el Huerto de las Capuchinas de Barbastro

Labor altruista de los hermanos Andrés y Alfredo en el convento

Los Larrosa, 20 años en el Huerto de las Capuchinas de Barbastro
Los Larrosa, 20 años en el Huerto de las Capuchinas de Barbastro
Á.H.

BARBASTRO.- El trabajo altruista que hacen los hermanos Alfredo y Andrés Larrosa desde hace veinte años en el huerto de las Capuchinas ya forma parte de la historia del actual convento que se construyó en el año 1737, aunque la presencia de las religiosas en Barbastro se remonta al año 1670, cuando se fundó el convento en la casa cedida por Juan Hilario Romero, que era racionero de la Catedral, según consta en la Historia de Barbastro escrita por Saturnino López Novoa.

Los orígenes del actual son de 1737 según consta en las "Crónicas del Convento" con información de Paco Subías (fallecido), que fue vecino del barrio del Entremuro, donde se ubica. El huerto es amplio y de las tareas agrarias se ocupan los hermanos Larrosa. La proximidad de la vivienda familiar les permite la posibilidad de realizar el trabajo altruista en la confianza de que "Dios nos lo pagará", tratándose de las Capuchinas.

Así lo explica Andrés: "se cultiva un poco de todo, hortalizas, acelgas, judías verdes, tomates, melones, sandías, ensaladas, borrajas, acelgas, patatas, calabazas de entre 50-70 kilos cada una, árboles frutales, parras de uva y en una franja están las oliveras que plantó la abadesa Isabel (fallecida)".

El huerto distribuido entre franjas es extenso y está en la parte trasera del convento, en cuyas paredes destacan hiladas con sillares de piedra, similares a los del exterior de la calle dedicada a las Capuchinas, que llevan 283 años en Barbastro. Algunos historiadores creen que los sillares se aprovecharon de la antigua muralla y se notan los efectos de la erosión en piedra arenisca, similares a la torre-campanario de la Catedral.

En la práctica, los hermanos Larrosa son protagonistas casi anónimos de la historia cotidiana del huerto y los resultados del trabajo minucioso se notan mucho y bien. A puerta cerrada dedican horas, "se saca de sobras para el sustento de seis monjas -tres tienen entre 80 y 90 años- y algo nos quedamos. Las monjas no bajan mucho, a veces se suministran directamente pero de tareas y tenerlo en condiciones, nos ocupamos nosotros. Este huerto lleva aquí tantos años como el convento, aunque desconozco si es el más antiguo en Barbastro".

Andrés explica que "las monjas no son exigentes, se llevan de lo que hay, pero lo dejan todo en nuestras manos. Si hay, bien y si falta, lo compran. Estamos satisfechos de colaborar con ellas desde hace veinte años. La producción no es elevada, suficiente para el consumo".

Los dos hermanos figuran entre los hortelanos más veteranos de Barbastro, están vinculados a la cofradía de San Antonio Abad y han sido acreedores de premios en la Muestra de Frutas y Hortalizas de Ferma.