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El verano no da tregua a los Bancos de Alimentos en España

Se preparan para un arranque de curso lleno de incertidumbre y de temor al confinamiento

El verano no da tregua a los Bancos de Alimentos en España
El verano no da tregua a los Bancos de Alimentos en España
B.A.

MADRID.- Los Bancos de Alimentos se han preparado en agosto para afrontar a pleno rendimiento un arranque de curso en septiembre lleno de incertidumbre y de temor a nuevos confinamientos y cierres de negocio.

La pandemia ha supuesto un reto también para todos ellos, que tuvieron que afrontar una intensa llegada de peticiones de ayuda ante el aumento de familias necesitadas que se vieron afectadas por los múltiples despidos, expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o la paralización de varios sectores económicos.

Agosto es un mes en el que usualmente los Bancos de alimentos ofrecen "servicios mínimos" e incluso cierran unas semanas, aunque muchos han decidido este año no parar con los preparativos.

Ese es el caso del de Madrid, que ha mantenido abiertos tres de los cuatro almacenes de los que disponen para hacer frente a la situación y afrontar septiembre, mes en los que se suman los gastos del inicio del curso.

"Trabajamos de igual forma para entidades benéficas que lo requerían, dándoles el servicio y el apoyo que necesitaban", asegura Elena Doria, del centro.

Antes de la pandemia atendían a 130.000 personas diarias y ahora ayudan casi a 200.000, para lo que han contactado con 300 nuevos voluntarios de un perfil más joven, ya que parte de los habituales eran de edades consideradas de riesgo ante el virus.

Raúl Palomo, estudiante universitario de 22 años, podía compaginar sus estudios de manera virtual con su ayuda al Banco de Alimentos y se sumó en julio a esa ola de personas que, por estar en ERTE, en paro o ser estudiantes, decidieron ayudar ante la crisis.

Todos están al 100 % para afrontar la llegada de septiembre, que no esperan que venga con una caída de peticiones de ayuda.

Desde la organización explican que esta crisis no se puede comparar con nada visto hasta ahora, ni siquiera con la de 2008: con la covid-19 apenas hay margen para la economía sumergida que aportó cierto alivio a muchas familias hace 10 años, por la paralización económica.

En el Banco de Alimentos de León, muchos de los nuevos beneficiarios dependían de la hostelería o las ferias y ventas ambulantes, explica a Efe su secretaria provincial, Juani Pérez.

En este Banco también cerraban durante una semana en agosto para limpieza y control de plagas, pero este año han decidido realizar esas labores compaginándolas con la entrega de alimentos.