Denuncian pasividad en la defensa del "segundo pulmón del mundo"

MADRID.- Grupos ecologistas y activistas se concentraron este vienes ante la Embajada brasileña en Madrid para respaldar la convocatoria mundial lanzada por Fridays For Future Brasil que pretende denunciar los incendios en la Amazonía y la importación de productos responsables de deforestación.

Los miembros de Fridays for Future Madrid y la campaña estatal No a los Tratados de Comercio e Inversión protestaron contra "la pasividad de la comunidad internacional" ante la desaparición "de esta selva húmeda" que, aseguraron desde Juventud por el Clima, es "uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta" y "el segundo mayor pulmón del mundo".

Según los datos facilitados por los activistas, los primeros diez días de agosto se han detectado 10.136 incendios en la Amazonía brasileña, lo que supone un 17 % más que los del año pasado en ese mismo periodo y es "la cifra más alta en la última década".

Al mismo tiempo, recordaron que el fuego contribuye a la deforestación ilegal que destruyó "alrededor de 10.000 kilómetros cuadrados de selva" durante el primer semestre de 2019 y que ha contribuido a que se establezcan "cultivos de soja, caña de azúcar o pastos para ganado".

Bajo el lema "SOS Amazonia" y "Sin Amazonía No Hay Futuro", también exigieron al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que detenga "su política de destrucción de la selva amazónica" y que respete los derechos humanos de los pueblos originarios de Brasil que, según señalaron, han sido expulsados y desplazados de sus tierras por "los incendios y el avance de la agroindustria" Otra de las reivindicaciones centrales fue que el gobierno de España ponga fin al acuerdo comercial entre la Unión Europea y los países del bloque Mercosur, ya que "promoverá y facilitará la importación de tres productos responsables de la deforestación amazónica: carne de vacuno, soja para alimentar ganado y caña de azúcar destinada a fabricar biocombustibles", según declararon este sábado portavoces de los ecologistas.

Este acuerdo "no contiene ningún mecanismo sancionador en lo relativo a los derechos humanos, el clima o el medio ambiente", concluyeron.