María Antonia Buisán: "Queremos que se reconozca a San Vicente como patrón de la vendimia"

HUESCA.- Reivindicar la figura de San Vicente como patrón de los viticultores aragoneses es el objetivo de la historiadora y presidenta de la Asociación Ciudad Vicentina de Huesca, María Antonia Buisán, quien pone sobre la mesa la importancia de este mártir oscense para el Alto Aragón y su amplia relación con el mundo del vino.

Además de poner en valor su figura a través de actividades como las visitas guiadas a los "lugares vicentinos", insiste en que quieren "pedir a las instituciones y a la Diócesis de Huesca que se reconozca a San Vicente como patrón de la vendimia porque en Aragón no lo hemos sabido promocionar y siendo que Huesca es la ciudad en la que nació, hay muchas bodegas que podrían beneficiarse de ello", y recalca que "el interés es de todo tipo".

Afirma que hay varios milagros, refranes y anécdotas curiosas en las que se relaciona a San Vicente con el vino puesto que "en su función de diácono era el encargado de preparar el vino en las celebraciones" o, por ejemplo, hace hincapié en que "según narra la tradición antigua, iba San Vicente acompañando de una burrita por un camino cuando se encontró a unos viñadores y se puso a conversar con ellos, mientras estaban hablando la burrita comenzó a morder los racimos más tiernos y esa uva mordida, al año siguiente, dio más fruto, con lo cual se decía que era el inventor de la poda". También desvela que "el 22 de enero coincide con los trabajos de los viticultores de preparar la vid pues sube la sabia a los sarmientos". Hasta su nombre y el de su madre sobrevuelan las viñas, comenta la historiadora, que explica "la curiosa relación de Enola, madre del mártir, como si de la ciencia de la enología naciese San Vicente, el vino, y en francés Vincent es vino centenario o Vinsang es vinosangre".

En este sentido, Buisán revela cómo en la Borgoña francesa celebran la Saint Vincent Tournante, una fiesta anual que gira en torno al vino en la que los viñadores se reúnen a finales del mes de enero para agradecer al santo patrón la vendimia y solicitar su protección para la futura cosecha. Se celebra, un fin de semana, con diversos actos, en un pueblo de la zona y atrae a miles de personas.