Sociedad

LA ENTREVISTA

Domingo Buesa: "La historia no es una mirada hacia atrás sino muy hacia adelante"

El historiador serrablés publica su segunda novela, "La tarde que ardió Zaragoza", ambientada en el Motín de los Broqueleros de 1766

Domingo Buesa: "La historia no es una mirada hacia atrás sino muy hacia adelante"
Domingo Buesa: "La historia no es una mirada hacia atrás sino muy hacia adelante"
S.E.

HUESCA.- El historiador altoaragonés Domingo Buesa publica su segunda novela, La tarde que ardió Zaragoza, que remonta al lector al Motín del Pan, "que luego se llamó Motín de los Broqueleros por el escudo de las brigadas urbanas que lo defendieron", en 1766, y lo hace partiendo del hallazgo del cadáver de un fraile del monasterio de Cogullada que parece que ha sido asesinado.

Buesa explica que "en realidad, vamos a descubrir cómo era la Zaragoza del siglo XVIII, que es una ciudad en profundo cambio, en la que una parte apuesta por la modernidad mientras otra sigue aferrada a la antigüedad" y ese enfrentamiento es lo que construye la novela en la que se ha dado gran importancia a los espacios de la capital aragonesa "para que el lector no solo conozca el hecho histórico sino que también recupere la imagen de la ciudad del siglo XVIII", declara el historiador.

El origen del motín es la falta de alimentos básicos y la enorme subida de los alquileres porque quienes ocupan el poder "están más preocupados de su propio enriquecimiento que del bienestar de la ciudadanía", relata Buesa.

En este sentido, añade que se trata de una historia que invita a reflexionar al apuntar situaciones no tan diferentes a las de hoy en día. Así Buesa insiste en que la historia nos permite conocer el pasado para no repetirlo porque "la historia no es una mirada hacia atrás sino una mirada muy hacia adelante, como los grandes sabios griegos dijeron: la historia es la gran maestra de la vida" y expresa que el mensaje de la novela "es de una enorme actualidad porque, además, en aquel momento, también había una gran lucha entre gentes con diferente concepción del mundo pero todos ellos trabajaban para conseguir el bienestar de la sociedad".

Aunque es autor de más de sesenta libros, entre los que destacan los dedicados a los orígenes del Reino de Aragón y la historia de la ciudad de Jaca, de la que es hijo adoptivo, esta es su segunda novela histórica y hace hincapié en que este tipo de obras consiguen una mayor divulgación del conocimiento histórico al explicar que "son un instrumento mucho más valioso que el propio análisis histórico de investigación", del que recuerda que "es necesario que lo sigamos haciendo". Pero, de este modo, indica Buesa que "así se permite el acercar a la sociedad los sucesos históricos y que la gente los encuentre cercanos, haciendo, incluso, que al leer esta novela tomen partido por unos u otros y se sientan involucrados". Añade el doctor en Historia que "de esa manera, la historia se hace más presente y más cercana e interiorizamos mejor lo que fue nuestra propia historia".

Al hilo de lo cual, revela que este relato, que incluye figuras como Goya o Pignatelli, es fiel a la realidad para lo que el autor se ha basado "en los grandes textos que se editaron tras los hechos que se cuentan desde la visión del poder, pero con la presencia del fraile protagonista, el libro viene a completar esa visión oficialista que se hizo".