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Madera, estiércol y paja protegen las esculturas de la nieve

La nieve que asola casi toda España es un "enemigo" del patrimonio cultural y por ello, las administraciones y responsables de conservación, buscan maneras de proteger edificios y esculturas para su correcto estado una vez pase la borrasca Filomena. Desde la Asociación de Conservadores y Restauradores de España (Acre) recuerdan cómo se afrontaba históricamente la protección de este patrimonio en los parques y jardines, un modo de actuar descartado hoy en día. En estos lugares, se cubrían las esculturas con una caja de madera, se introducía paja y luego alrededor de la escultura se esparcía estiércol -cuya descomposición emitía calor y eso las protegía-. "Creo que hoy en día en algunos jardines históricos se emplean todavía algunas bolsas de plástico para proteger las esculturas", dice el presidente de Acre, Francisco Manuel Espejo.