Sociedad
EN COLABORACIÓN CON FUNDACIÓN REY ARDID

Un buen verano con la atención personalizada de las unidades de convivencia de la residencia Rey Ardid

Los residentes tienen un gran poder de decisión durante su estancia.

Las instalaciones de la residencia se dividen en unidades de convivencia.
Las instalaciones de la residencia se dividen en unidades de convivencia.
Fundación Rey Ardid

Llega el verano y, con él, las familias se empiezan a plantear qué hacer durante las vacaciones. Uno de los aspectos que preocupa a los oscenses es que sus mayores estén bien cuidados, mientras los que han sido sus cuidadores durante el resto del año se cojan unos días de asueto. La respuesta puede estar en la residencia de mayores Rey Ardid de Huesca.

En este centro, abierto en 2021, disponen de estancias temporales para que los cuidadores puedan tener un periodo de descanso mientras los mayores están bien atendidos. Asimismo, ofrecen esta modalidad cuando los usuarios necesitan un periodo de rehabilitación tras una intervención o tras una situación sobrevenida que requiera la necesidad de unos cuidados. Prestan también servicio de estancias diurnas sin pernoctación con horario flexible y adaptado a las necesidades de sus usuarios y sus familias.

Los residentes podrán disfrutar de una atención totalmente personalizada gracias a la división en unidades de convivencia. Sonia Fernández, directora del centro, explica que cada unidad de convivencia está formada por habitaciones, sala de estar y comedor, donde se prestan los cuidados personalizados en un ambiente hogareño y familiar.

Desde Rey Ardid definen estos espacios como minihogares dentro del centro. El objetivo principal es que no se desorienten y vivan su día a día con la mayor calidad de vida posible.

Las personas mayores que ocupan estas estancias tienen libertad para decorarlas, lo que ayuda a que las sientan como propias. Esta apuesta por dar protagonismo a los residentes propicia también que sean ellos los que tengan la última decisión sobre su plan de cuidados y su estancia en el centro.

Otro de los pilares de la atención en la residencia Rey Ardid de Huesca, y en todas las que gestiona esta entidad, es su clara apuesta por las terapias no farmacológicas. “Mejoran la calidad de vida de las personas que las reciben y sirven como complemento a la terapia farmacológica pautadas a algunos residentes de nuestro centro. Pueden contribuir a ralentizar el deterioro cognitivo y funcional de la vida cotidiana, sobre todo, en pacientes con demencias o enfermedad de Alzheimer entre otros”, resalta Fernández. Se trata de técnicas como la estimulación cognitiva, la reminiscencia, la musicoterapia, la orientación a la realidad, la estimulación sensorial o el ejercicio físico.

En toda la provincia

Más allá de las instalaciones de la capital, Fundación Rey Ardid lleva su experiencia, de más de tres décadas en el cuidado de las personas mayores, en varios municipios oscenses. Tiene residencias y centros de día en Gurrea de Gállego, Almudévar y Sabiñánigo. Además, gestiona el centro residencial Valle del Ésera, en Campo; que también cuenta con centro de día.

REALIZADO POR AML
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