Páginas libres

Mari Carmen Espías: "Siempre tuve claro que quería dedicarme al sector"

La gerente de la constructora cumple 7 años en el cargo de una profesión donde el 9,6 % son mujeres

Constructora Espías, con sede en Monzón.
Constructora Espías, con sede en Monzón.
S.E.

La historia de Espías Constructora, con sede en Monzón, se remonta a 1990. Desde entonces hasta ahora, más de 30 años de servicio en naves industriales, instalaciones agroganaderas, obra pública y vivienda, tanto en rehabilitación como construcción de obra nueva. No fue hasta 2008, cuando Mari Carmen Espías, actual CEO de la constructora, secretaria general de la Junta Directiva de Amephu y vicepresidenta de Ceos Cepyme Monzón Cinca medio, se incorporó como trabajadora a la entidad, y hasta 2016, cuando asumió el cargo de gerente.

“Siempre tuve claro que me quería dedicar a este sector”, asegura Espías y recuerda que incluso de pequeña “en verano hacía planos y jugaba a construir edificios, aunque fuera con arena”. Un motor económico altamente masculinizado, con una media anual de trabajadoras ocupadas que representa el 9,6 % del total. 

Empezó en el oficio telemáticamente mientras cursaba sus estudios, como apoyo al desarrollo de planos y certificaciones, así como otras labores administrativas mientras su padre Ernesto Espías y su hermano Enrique regentaban el negocio. Su salto como gerente le ha valido varios reconocimientos, el Sello Circular recientemente y ‘Joven Emprendedor’ 2021.

“En los inicios sentí que había que esforzarse el doble por demostrar valía, pero con los años he notado una normalización. Ahora si alguien piensa en Construcciones Espías, sabe que lo dirige una mujer”, expresa. Esta diferenciación se hacía palpable desde las aulas, tanto en el grado superior del IES Pirámide Huesca de desarrollo, aplicación de proyectos de construcción y obra civil, como en Valencia, donde se licenció como aparejadora. “Podría decirse que un 80 % era hombres y un 20 éramos mujeres”, recuerda.

La empresa cuenta con una plantilla de 46 trabajadores, de las cuales 8 son mujeres. “Hay que diferenciar entre la parte técnica, de oficina y la de obra. En ésta última, el porcentaje de mujeres es prácticamente nulo. En el caso de la gestión, jefatura de obra u oficina, su presencia es mayor”. El problema es que “no encontramos personal y menos aún mujeres”. La CEO apunta que es sobre todo una cuestión social. “Hay fotografías antiguas que documentan la presencia de albañilas. En este sector hemos ido hacia atrás, en vez de hacia delante”, reflexiona, e insiste: “lo que importa es la validez de una persona, da igual que sea hombre o mujer. Habrá hombres que valen para realizar una estructura y otros que no para alicatar. Las mujeres pueden ejercer perfectamente según su capacidad, lo que pasa es que no está bien visto”, aclara.

La falta de personal -uno de los principales problemas del sector- afecta a todos los cargos: peones especializados, oficiales de primera, capataces, encargados, jefes de obra.

Mari Carmen Espías hace balance del año, y asegura que la constructora ha incrementado sus servicios en los últimos cinco en el sector industrial, espacios comerciales y edificación de viviendas, sumando entre los tres sectores más de un 70 % de su facturación.

De momento, su proyecto de bloque de viviendas en Monzón se desarrolla con éxito: de las 17 viviendas en construcción, quedan tres por vender. Las primeras adquisiciones más buscadas son pisos con 3 o 4 habitaciones, aunque también se demandan viviendas con dos habitaciones para segundas residencias.