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PRIMERO DE MAYO

CCOO y UGT exigen al Gobierno que cumpla sus compromisos

Por primera vez una ministra de Trabajo participa en la convocatoria

Cabecera de la manifestación del Primero de Mayo celebrada el sábado en Madrid.
Cabecera de la manifestación del Primero de Mayo celebrada el sábado en Madrid.
Fernando Alvarado/EFE

Bajo el lema ‘Ahora toca cumplir. Un país en deuda con sus trabajadores’, CCOO y UGT celebraron otro atípico el 1 de Mayo, Día del Trabajador, marcado por la pandemia con limitaciones de aforo y señalado por las elecciones madrileñas. De hecho participaron los candidatos de izquierda a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, Mónica García y Pablo Iglesias, y seis ministros del Gobierno, incluyendo por primera vez a la de Trabajo.

La manifestación alcanzó la Puerta del Sol a las 13 horas con clamores de los asistentes a la manifestación de “sí se puede” y también pidiendo sacar “a los fascistas de las instituciones”. A la llegada a Sol, centenares de personas gritaron “Yolanda presidenta” a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El recorrido de este año, el más rápido de los que se recuerdan por la limitación del aforo a 1.000 personas, contó con la presencia de dos vicepresidentas del Gobierno y cuatro ministros. En concreto, además de Díaz, Carmen Calvo, José Luis Ábalos, José Manuel Rodríguez Uribes, Ione Belarra e Irene Montero.

Durante la lectura del manifiesto, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez, pidieron que no vaya “ni un voto trabajador a quien odia y no quiere a la clase trabajadora”. “Opciones tenéis en las distintas izquierdas, en los distintos partidos. No seré yo quien diga a quién tenéis que votar, pero, compañeros, ni un voto trabajador a la extrema derecha, ya no diré al fascismo”, resaltó Sordo, que señaló que “hay mucho en juego” en Madrid.

Por su parte, Álvarez dejó claro que “el Primero de Mayo es una fiesta internacional de los trabajadores y no un invento para que cuatro fascistas se reúnan”. “Uno tiene la sensación de que se piensa que somos tontos, pero ¿cómo se pueden mejorar los servicios públicos si se bajan los impuestos?”, cuestionó. “Os quiero pedir movilización, que ningún trabajador se quede en casa, que se llenen las urnas de los barrios populares de Madrid y que le digan alto y claro a la derecha que no nos vendan duros a cuatro pesetas”, según Álvarez.

Ambos sindicatos señalaron que se han recuperado las calles para la clase trabajadora y dejaron claro que “toca cumplir con los trabajadores y saldar las cuentas con la gente que sacó el país adelante”.

Por ello, incidieron en que toca subir el salario mínimo interprofesional (SMI), derogar la reforma de pensiones para garantizar la sostenibilidad y suficiencia de las pensiones. Sordo, además, cree que el Gobierno debe ser “valiente con las reformas”.

“No es de recibo que en España la gente joven tenga que dedicar casi 3 de cada 4 semanas que trabaja para pagar un piso, una hipoteca o un alquiler. No puede ser, hay que regular los precios de las viviendas en España y no vale solo con sacar muchas más viviendas”, añadió.

Desde su punto de vista, “lo que se disputa es cómo se cose la sociedad, si mediante un modelo social o mediante el egoísmo”. Álvarez trasladó a los ministros que “queda mucho por hacer” y apuntó que “siente vergüenza por vivir en un país que mantiene las colas del hambre, donde mucha gente ha perdido la vivienda y donde unos pocos tienen mucho y unos muchos no tienen nada”.

El líder de UGT hizo hincapié en que los fondos europeos no están condicionados a que los ciudadanos pierdan derechos, sino a que el país sea “más productivo, verde y a que tenga servicios públicos que cubran las necesidades de los ciudadanos”.