INVESTIDURA DE SÁNCHEZ
PSOE y ERC sellan el pacto de investidura y Carles Puigdemont pone suspense
La reunión de JxCat de este jueves en Bruselas concluía sin haber cerrado un acuerdo con los socialistas
El acuerdo al que llegaron este jueves el PSOE y ERC acerca la investidura de Pedro Sánchez como jefe del Gobierno, un trámite al que el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont ha puesto suspense ya que hay flecos en la negociación de la amnistía que por ahora aplazan su apoyo al candidato socialista.
El PSOE tenía esperanzas de que la proposición de ley sobre esa medida de gracia fuera presentada este jueves mismo en el registro del Congreso para acelerar así el anuncio de la fecha del debate de investidura de Sánchez.
Pero la inminencia de esa presentación fue perdiendo fuerza a lo largo del día y se constató que aún tendrá que esperar después de la reunión que mantuvo en Bruselas Puigdemont con la cúpula de Junts.
El hotel de la capital belga en el que tuvo lugar ese encuentro tenía preparada una sala por si el expresident comparecía al término del mismo para anunciar ante los periodistas el hipotético acuerdo, pero éste no fue posible y las conversaciones entre Junts y PSOE seguirán.
En cualquier caso, los negociadores del PSOE están convencidos de que se encauzarán las diferencias y Junts apoyará la investidura de Sánchez.
La duda es si se puede lograr el acuerdo en las próximas horas y que se presente este viernes en el registro del Congreso la proposición sobre la amnistía, que aunque no pudiera ser tramitada ya por la Mesa de la cámara en la reunión que tiene prevista en esta jornada, lo podría hacer a la próxima para allanar el camino a la investidura.
El PSOE sigue viendo factible y deseable que el debate correspondiente se celebre la próxima semana (el 8 y 9 son los días que continúan barajándose), aunque fuentes de este partido subrayan que hay tiempo ya que el plazo límite es el 27 de noviembre y que lo principal es cerrar los apoyos necesarios.
El de ERC se lograba con un acuerdo rubricado este jueves en Barcelona por el ministro de la Presidencia en funciones y uno de los principales negociadores socialistas, Félix Bolaños, y el líder de Esquerra, Oriol Junqueras.
No comparecieron de forma conjunta pero sí lo hicieron por separado para defender los términos de un pacto que Bolaños resaltó que no se limita sólo a la investidura, sino que los republicanos se han comprometido a garantizar la estabilidad del Ejecutivo.
Pero evitó entrar en detalles sobre la ley de amnistía, ya que explicó que aún se está ultimando con Junts.
La firma del pacto con Esquerra ha sido posible tras el compromiso de cesión a Cataluña de Rodalíes, el servicio de Cercanías en esta comunidad, un traspaso que será gestionado por una empresa mixta Estado-Generalitat.
Un asunto en el que ponía el acento en su comparecencia Junqueras además de destacar el compromiso socialista de condonar a la Generalitat hasta 15.000 millones de euros de deuda del Fondo de Liquidez Autonómico.
“Quien gana es Cataluña”, proclamó el dirigente de ERC, quien hizo una llamada a la “máxima responsabilidad” a Junts: “Quiero pensar -dijo- que todos los espacios políticos ayudarán a que esto vaya bien”.
También el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, celebró el acuerdo con el PSOE para una ley de amnistía dirigida a “todos los represaliados, sin excepción”, e insistió en que ese logro no el punto final, sino que ahora hay que avanzar hacia la autodeterminación.
Los acuerdos que se fueron conociendo a lo largo del día llevaban al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a prometer que su partido defenderá al país frente a una amnistía que aseguró que no tiene respaldo legal y que es “una aberración democrática”.
Unas críticas que lanzó en un acto junto al expresidente del Gobierno José María Aznar, quien advirtió también de lo que representa Sánchez: “Es -afirmó- un peligro para la democracia”.
Ya por la tarde, dirigentes del PP criticaron en redes sociales la foto del acuerdo en la que aparecían Félix Bolaños, y Oriol Junqueras, mientras que sus presidentes autonómicos reclamaron igualdad de trato respecto a Cataluña.
