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45 ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN

Armengol ve en la Carta Magna “la cura contra la discordia”

La presidenta del Congreso instó a “cumplirla” durante el acto del 45º aniversario  

La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, durante el acto de celebración.
La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, durante el acto de celebración.
Efe

La presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, reivindicó este miércoles la Constitución de 1978 como “la cura más efectiva contra la discordia” y pidió acuerdos para “cumplir y desarrollarla”, de manera que se actualicen “sus mandatos” y se pueda conseguir que toda la ciudadanía española se vea “reflejada en ella”. Este fue el principal mensaje que lanzó en su discurso con motivo del 45 aniversario de la Constitución, celebrado en el Congreso, el primero en el que la política balear ejerce como anfitriona.

El homenaje de las Cortes a la Carta Magna reunió a representantes de las principales instituciones del Estado y a diputados y senadores de distintos grupos parlamentarios, pero no todos. Como en los últimos años, Vox rechazó participar al considerar que es un “teatrillo” y una “hipocresía extrema” celebrar la Constitución junto a Pedro Sánchez, al que acusa de “pisotearla” a diario. Y volvieron a faltar los socios nacionalistas e independentistas del Gobierno -ERC, Junts, Bildu, BNG y hasta el PNV- que no hacen suya la Carta Magna que se aprobó por amplia mayoría en sus comunidades en 1978. Sí hubo presencia de Sumar y de Podemos, aunque esta vez los morados estrenaron su condición de miembros del Grupo Mixto del Congreso, una vez que han roto su coalición con la plataforma de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.

Durante su discurso, Armengol subrayó que la ley de leyes ha permitido 45 años de progreso y “debe ser también referente para afrontar el futuro”, porque guarda “la mejor garantía de convivencia” y, en el acuerdo que la hizo posible, “está la prueba de que el diálogo y el consenso son la única vía para llegar a ella”. También señaló la Carta Manga como el “pasaporte ante las amenazas que sufren las democracias” y como lo que une a la ciudadanía “ante el mínimo intento de alterar la convivencia” porque en ella, recalcó “no están escritos la crispación, el desprecio o el enfrentamiento”. En este punto, advirtió de que “ser constitucionalista no consiste en levantar la Carta Magna como si de un tótem se tratara, sino en asumir” que se puede “llegar a acuerdos para cumplirla y desarrollarla”. Declaró que considera “legítimo” plantear que la Constitución no debe someterse a ninguna revisión, tanto como “defender su renovación, al menos en cuestiones básicas”.