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PRESIDENCIA DE ARGENTINA

Milei avisa, la economía “empeorará” antes de la recuperación

El ultraliberal juró su cargo en el Congreso, acto tras el cual fue a la Casa Rosada, por cuyo balcón se asomó cantando

Javier Milei, ayer, durante la jura del cargo como presidente de Argentina.
Javier Milei, ayer, durante la jura del cargo como presidente de Argentina.
Efe

El ultraliberal Javier Milei juró este domingo su cargo como presidente de Argentina en una ceremonia celebrada en la escalinata de la sede del Congreso en Buenos Aires en la que planteó su propuesta de plan de choque para la economía que, según reconoció, provocará que “a corto plazo la situación empeorará”, aunque sentará las bases de la “reconstrucción del país”.

“Hoy comienza una nueva era en Argentina”, proclamó en su discurso de investidura, con el que pretende poner fin a “cien años de despilfarro de la clase política”. Para ello, plantea “un nuevo contrato social” para construir un país “en el que el Estado no dirija nuestras vidas sino que vele por nuestros derechos”, un nuevo camino de “reconstrucción”.

El discurso, con un marcado carácter económico, cargó en particular contra el kirchnerismo y sus datos macroeconómicos, con un déficit público del 17% del PIB. “Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, aseveró Milei. “Hoy mismo la inflación ya viaja a un ritmo que oscila entre el 20 % y 40 % mensual. El Gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación. Es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe”, dijo.

“La solución implica, por un lado, un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PIB, que a diferencia del pasado caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”, además del combate férreo de la inflación. “No hay posibilidad de un gradualismo. No hay solución alternativa al ajuste”, remachó.

“De corto plazo”, reconoció, este planteamiento “impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes”, explicó. “Luego, veremos los frutos de nuestro esfuerzo habiendo cambiado las bases de un sistema sólido”, destacó. En el ámbito de la seguridad, Milei denunció que “el narcotráfico se apoderó de nuestras calles y las fuerzas de seguridad han sido humilladas y abandonadas”. “La anomia es tal que sólo el 3 % de los delitos son condenados. Se acabó con el ‘siga, siga’ de los delincuentes”, advirtió.

En cuanto a la oposición y a las posibles movilizaciones en contra de las draconianas medidas económicas prometidas, Milei advirtió de que “quien corte la calle no recibe el apoyo de la sociedad”. “El que corta no cobra (...). El que las hace, las paga”, espetó.

Durante el discurso también hubo espacio para referencias religiosas, todas del Antiguo Testamento, ya que el mandatario está en proceso de conversión al judaísmo: “La victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados, sino de las fuerzas que vienen del cielo. La guerra de los macabeos es el símbolo del triunfo de los débiles por sobre los poderosos (...). Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío”.

El discurso terminó con el conocido lema de campaña de Milei, “¡Viva la libertad, carajo!”, que repitió en hasta tres ocasiones desde la escalinata del Congreso y entre los gritos de apoyo de sus simpatizantes.

Llegada a la Casa Rosada

Milei fue recibido entre gritos de “¡Argentina, Argentina!”, Milei y su flamante vicepresidenta, Victoria Villarruel, proclamaron su lealtad al Estado argentino en presencia de sus predecesores, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Éste le impuso la banda presidencial y le entregó el bastón de mando con gesto serio y ante la atenta mirada de la vicepresidenta saliente, ataviada con un llamativo vestido rojo. En su primer acto protocolario, Milei firmó el libro de honor de la Cámara de Diputados con el mensaje: “Viva la libertad, carajo”.

Tras el discurso, la comitiva de Milei partió motorizada hacia la Casa Rosada y una vez ahí, se asomó al emblemático balcón para saludar a los miles de simpatizantes agolpados con multitud de banderas argentinas y amarillas del movimiento de Milei. El presidente comenzó cantando Panic Show, el éxito del grupo de ‘hard rock’ argentino La Renga, que le ha acompañado desde el principio de su carrera por la Presidencia y en la que se menciona a los “leones”, los animales asociados con el líder ultra.