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COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Quedarse en Sobrarbe gracias a las manzanas: dos procesos muy naturales

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Irene e Ignacio trabajando en el campo de manzaneras
Irene e Ignacio trabajando en el campo de manzaneras
S.E.

Los dos son un claro ejemplo de volver al nido, a ese lugar con olor a leña, a confort, en definitiva, a hogar. Ignacio Olivar e Irene García hicieron lo que tantos otros jóvenes: marchar a estudiar a una ciudad grande.

Después de unos años de aprendizajes, experiencias, ensayos y errores, los dos se dieron cuenta de que el destino les esperaba mucho más cerca, en su Sobrarbe natal.

Ignacio, boltañés, empezó en 2018 -con 23 años- como joven agricultor, movido también por la tradición agroganadera de su familia. Decidió apostar por la manzana ecólogica y de montaña, un cultivo que está “poco implantado” en la zona pero que, a su juicio, tiene muchas posibilidades en la zona central de Sobrarbe. Lo hizo con el nombre de BioIngrávida, marca con la que también producen zumos ecológicos.

En cuanto a Irene, oriunda de Guaso, es trabajadora social y, aunque se incorporó al proyecto más adelante, la marca no se entiende sin su apoyo e implicación.

Su incorporación “oficial” llegó el pasado año. Mermeladas ‘La Marmita’, una marca de toda la vida afincada en el núcleo de Aguilar -3 habitantes- cerraba por jubilación, y encontraron una oportunidad.

“Como con el zumo ya estábamos un poco metidos en esta rueda, nos lanzamos a ampliar el negocio para que Irene estuviera a jornada completa. Ahora estamos muy contentos, hemos continuado con la marca y le hemos dado otra imagen”, explica Ignacio.

Volver al pueblo “de forma natural”

Su reasentamiento en Sobrarbe ha sido “muy natural”. Explica este emprendedor que “siempre tiendes a irte a tu zona de comfort, que es donde te has criado”. A Irene e Ignacio “siempre nos ha gustado estar aquí, nunca tuvimos problemas para encontrar trabajo y además yo tenía ciertas facilidades como un campo en el que podía plantar, así que nos lanzamos a ello”.

Escuchándole, parece difícil que cambien este lugar por cualquier otro, ya que además “tenemos muchos amigos de la infancia, la mayoría, que se han podido quedar, y eso te hace tenerlo claro”. “Estamos muy bien aquí, trabajamos a gusto y contamos con un círculo social que nos anima”, sentencia. 

Productos de kilómetro 0 por toda la comarca

Define su empresa como una “muy ligada al territorio y al mundo rural, bastante diversa y sostenible porque nos dedicamos a pleno rendimiento”.

Para Ignacio es importante “no poner todos los huevos en la misma cesta”. Así, además de las manzanas, los zumos y las mermeladas, ayuda a su padre, que tiene vaca de raza Pirenaica. Opina que los productos del territorio son “un valor” ya que están muy adaptados al medio.

Igual de adaptados que está la empresa a su Sobrarbe. Gracias a esa diversificación, “en un supermercado de la zona se pueden encontrar muchos productos nuestro muy diferentes entre sí”, comenta.

Sus manzanas ecológicas de montaña tampoco son cualquier cosa. El frío hace que salgan más dulces, más rojas y más duras, en definitiva, “con más calidad”. Las heladas del invierno también les vienen muy bien, y, sorprendentemente, detalla que este 2024 “está siendo un buen año para el frío” en el Sobrarbe central, incluso “mejor que el año pasado”.