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El Gobierno de Aragón protege el noreste de la provincia de Huesca ante incendios

Las quemas prescritas en Sobrarbe y Ribagorza han alcanzado las 40 hectáreas

Quemas prescritas realizadas en Broto este invierno por efectivos del Gobierno de Aragón.
Quemas prescritas realizadas en Broto este invierno por efectivos del Gobierno de Aragón.
G. A.

Regresa el calor y el sol vuelve a impactar sobre la provincia de Huesca. El Gobierno de Aragón ha hecho en los últimos meses un trabajo exhaustivo en los montes del territorio, por medio de quemas prescritas (controladas) con el objetivo de recuperar zonas de pasto para la ganadería extensiva, además de proteger el territorio contra los incendios forestales.

Concretamente, el Servicio Provincial de Huesca ha podido actuar este invierno en alrededor de 40 hectáreas en las que han participado los medios del operativo contra incendios forestales del Gobierno de Aragón formado por técnicos, Agentes para la Protección de la Naturaleza (APNs), brigadas terrestres y helitransportadas, y autobombas.

En dichas quemas se ha recorrido con fuego técnico de baja intensidad parcelas de diferentes superficies, especialmente en lugares con demanda de los ganaderos de las comarcas del Sobrarbe y la Ribagorza. Principalmente, se ha trabajado en los municipios de Broto, Chía, Bisaurri, Sahún y Vilanova.

La planificación inicial preveía más territorios, pero cuando quisimos entrar, primero la lluvia y luego la nieve, nos condicionaron”, recuerda Francho Aso, jefe de la sección de Incendios Forestales de Huesca.

Los equipos arrancaron a mitad de octubre y se encontraron un territorio “muy seco” y con “demasiado combustible”. En esta primera parte, elaboraron un análisis de las “ventanas de prescripción”, en las que calcularon parámetros como el viento, la temperatura, la humedad o el estado de la vegetación del monte.

Cuando la climatología lo permitió, se ejecutaron las quemas, además de tratamientos herbícolas y tareas de gestión forestal, que facilitan las tareas de extinción de incendios posteriores y disponen un territorio “más preparado para el fuego”, señala Aso, puntualizando que la sección trabajó previamente para llegar a “todas las comarcas y superficies posibles”.

Pese a todo, 2023 no ha sido un año de especiales incidencias y las quemas sirven también de entrenamiento para el operativo de incendios que, a partir de ahora, se centra en extinción.

“Hay condicionantes que no podemos controlar y nosotros nos preparamos para cualquier situación. Tratamos de llegar a todo el territorio”, concluye Aso.

Época de peligro

La Dirección General de Gestión Forestal recuerda que la Orden sobre prevención y lucha contra los incendios forestales establece que la época de peligro de incendios forestales es el período comprendido entre el 1 de abril y el 15 de octubre, dando por concluido el plazo general para la realización de quemas agrícolas en Aragón el pasado 31 de marzo, salvo para el caso de las quemas de restos de olivo, con fines exclusivamente fitosanitarios, podrán realizarse hasta el 31 de mayo. En el último otoño e invierno, la DGA ha registrado 14.494 solicitudes de quemas por parte de interesados, destacando las comarcas de La Litera (3.594), Hoya de Huesca (3.426) y el Somontano de Barbastro (2.612). Les siguen Bajo Cinca (1.635), Los Monegros (992), Ribagorza (767), Sobrarbe (565), Jacetania (423) y Alto Gállego (405).

El 90 % de las comunicaciones corresponde a quemas de restos agrícolas en montones y el 10 %, a solicitudes de autorización de quemas de restos con continuidad, siendo autorizadas 1.264 de un total de 1.295. Además, ya se han recibido 1.888 comunicaciones de quema de restos de olivo para realizar desde el 1 de abril hasta el 31 de mayo.