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COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Detrás del hide: "Es una responsabilidad porque pasas a formar parte del medio"

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Observación y retrato de aves en Bonansa.
Observación y retrato de aves en Bonansa.
Photologístics y Jordi Clariana/Bonansa Activa

Miguel Ángel García es aficionado a la ornitología desde pequeño. Encontró en Gerbe, perteneciente al municipio de Aínsa, su lugar en el mundo, y en su negocio de hostelería “Casa Gerbe”, su forma de vida. Se trata de un lugar privilegiado para disfrutar de la naturaleza, en la cola del embalse de Mediano, rodeado de campos de cereal.

En 2016 obtuvo los permisos de la CHE y el Inaga para obtener el “hide”, algo en lo que hace hicapié y considera una “responsabilidad” porque “pasas a formar parte del medio y él te necesita”.

Realiza hasta tres aportaciones de alimento a la semana consistentes en trigo, cebada, avena, pipas de la cooperativa de Almudévar y nueces de Valonga. “Todo producto local”, subraya.

A su “hide” han llegado profesionales de la fotografía en busca de las más de 100 aves únicas en el territorio. También familias llegadas de toda Europa que buscan disfrutar del medio.

“Les aportas un valor diferente a las vacaciones y los niños alucinan con los colores de la naturaleza. Les das una educación ambiental para que en el futuro respeten la naturaleza. Es muy gratificante verles salir del espacio”, incide Miguel Ángel. “En Gerbe somos 15 habitantes y hay poco más de lo que puedas vivir. El “hide” me ha ayudado mucho a quedarme”, valora.

Observación y retrato de aves en Bonansa.
Observación y retrato de aves en Bonansa.
Photologístics y Jordi Clariana/Bonansa Activa

El caso de Albert Moner fue diferente. Ganadero, natural de Bonansa, regentaba tres establecimientos turísticos y a menudo recibía la visita de un amigo fotógrafo de fauna. Sin estaciones de esquí cerca, pero con un atractivo medioambiental único, juntos decidieron solicitar los permisos hace 8 años.

Desde entonces, han pasado buenos y malos momentos, pero la naturaleza gana cada vez más adeptos y llegan perfiles de todo el mundo que ponen en valor la biodiversidad del Pirineo.

“La ganadería de montaña no es rentable y tienes que combinarla con algo más. Los “hides” nos abren la puerta a unirlo con el turismo”, indica Moner, que mantiene su particular “economía circular sostenible” a pequeña escala. “Damos de comer a los buitres, quebrantahuesos, alimoches... porque podemos echar a las necrófagas los animales que se nos mueren”, incide.