Alto Gállego

INVESTIGACIÓN AGRÍCOLA

Recuperan una variedad de vid antigua en campos de Barbenuta

Bodegas Bal Minuta participa en un proyecto de tres años sobre viñas de montaña

Toma de muestras de variedades de vid autóctona en campos de Barbenuta.
Toma de muestras de variedades de vid autóctona en campos de Barbenuta.
S.E.

Bodegas Bal Minuta ha participado durante tres años en el proyecto de innovación “Recuperación y puesta en valor de variedades de vid antiguas de montaña”, enmarcado en el Programa de Desarrollo Rural para Aragón, con el fin de identificar variedades antiguas y poner en valor el potencial de las recuperadas y cultivadas en viñedos situados en torno a 1.200 metros de altitud. El proyecto, financiado con fondos Feader en un 80 % y por el Gobierno de Aragón en un 20 %, ya ha terminado.

Pilar Gracia y Ernest Guasch, de Bodegas Bal Minuta, explican que el material vegetal que se recogió de la planta madre original de Barbenuta, en el municipio de Biescas, donde Bodegas Bal Minuta tienen campos de viñedos, se llevó a la Estación de Viticultura y Enología de Navarra (Evena), donde hicieron esquejes, plantaron viñas y muchos han salido adelante. “Hace unos meses fuimos a Evena a ver las plantas, y la verdad que se están reproduciendo bien. Ya han solicitado, y se ha aceptado, incluir esta variedad en el banco nacional de germoplasma de la vid”.

Integrantes del grupo que participó en el proyecto.
Integrantes del grupo que participó en el proyecto.
S.E.

Del material vegetal que se llevaron de Barbenuta “solo ha salido una variedad muy interesante, una nada más, que es la que también se encontró en Navarra. En Evena nos decían que no fue una mutación genética, que a veces ocurre, sino que es una variedad muy antigua, podríamos decir que es bisabuela de variedades actuales”.

Aunque el proyecto ha finalizado, “vamos a seguir en contacto con Evena, y posiblemente el año que viene nos traeremos unas pocas a Barbenuta. Además, vamos a intentar abrir la vía legal, así estamos más tranquilos, para que esta variedad se pueda incluir en el Banco de variedades autorizadas de Aragón”.

Gracia explica que primero esa planta antigua se tiene que aprobar en el banco nacional, y a partir de ahí, cada comunidad autónoma reclama que esta variedad sea suya. “Tenemos que empezar con ese proceso para que nos la admitan en el Banco de Aragón y podamos hacer vino legalmente con esta variedad”.

Para Bodegas Bal Minuta, poder tenerla legalizada “supondría mucho porque es un trabajo muy importante que hemos hecho, el poder encontrar una variedad, que la admitan, poderla plantar, y un día hacer vino de ella es como que somos los autores de la recuperación real de esta variedad a nivel legal; estamos muy contentos”.

Inciden en que es muy interesante recuperar una variedad de uva, “pero también lo es el adaptarla a zonas frías, de altura. Cada vez interesa más plantar en altitud y lo que se necesita son variedades que estén adaptadas a esas zonas. Por eso, esta recuperación es importante no solo para nosotros sino para la comunidad vitícola”. Ahora también toca ponerle un nombre a la planta recuperada. “Nosotros hicimos una propuesta, y Evena otra, veremos qué nombre le damos”.

Este proyecto en el que ha participado Bodegas Bal Minuta, “aparte del reconocimiento de la variedad encontrada, nos va a dar una serie de parámetros como la adaptación de las viñas de altura o de climatología, que también nos importa muchísimo para conocer el desarrollo de la vid en zonas de montaña”.

Gracia y Guasch afirman que desarrollar este proyecto “es una manera de demostrar que puede haber asentamiento en la zona rural de pequeñas iniciativas, así como demostrar que la agricultura sigue siendo una parte importante en nuestro país y que en las zonas de montaña está abandonándose, por eso, es necesario que puedan desarrollarse aquí proyectos como este con el que seguimos adelante”.