Cinca Medio

COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Castejón, Biescas o Jaca tienen plazas que permanecen todavía “desiertas”

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Centro de salud de la localidad de Jaca, en la comarca de la Jacetania.
Centro de salud de la localidad de Jaca, en la comarca de la Jacetania.
Pablo Segura

La situación en los centros de salud de la provincia de Huesca apenas ha cambiado, inciden los médicos rurales, desde que el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón y los sindicatos llegasen a un acuerdo para mejorar la calidad asistencial en los centros y las condiciones de los sanitarios.

No creen que sea posible hacer realidad el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, “principalmente porque, ¿dónde están los médicos para realizar estas consultas?”, se pregunta Cristina Beltrán, coordinadora del centro de salud de Jaca.

Actualmente en la capital de la Jacetania están dos médicos de familia y dos pediatras. A ellos se suman seis compañeros en el Puesto de Atención Continuada. En los próximos tres años se jubilarán muchos de ellos, apunta la coordinadora.

Pero además de atender a los más de 13.000 pacientes, Jaca tiene una gran población flotante y sufre en los períodos vacacionales. “Cada fiesta nos pone en alerta”, señala Beltrán.

Igual sucede en el centro de salud de Broto, que cuenta con tres médicos que pasan consulta también en Torla y Fiscal. “Los campamentos, los camping, las segundas viviendas...Con el turismo pasamos de estar relativamente tranquilos a no parar”, indica Miguel Lloro.

Al contrario que en tiempos pasados, el centro de salud disfruta de un “momento dulce”. La plantilla es joven y aguanta pero, debido a la dispersión geográfica, como falle uno, se derrumba”, indica el facultativo.

Estuvieron cerca de tener residentes el pasado mes de febrero, una época en la que la carga de trabajo no es excesiva, lo que no permite formar del todo a los jóvenes. “Pedimos que viniesen a partir de mayo para vivir realmente como se trabaja en estos lugares”, añadió Lloro, subrayando la figura del médico de familia.

La gente de los pueblos es distinta a la de las ciudades, es más dura y el diagnóstico es más difícil, pero a su vez, agradecen la asistencia”, completa.

Sin recambio

En el caso del centro de salud de Biescas, la situación es acuciante. Anteriormente, Biescas gozaba de cuatro médicos de familia de mañanas y seis de atención continuada, pero en el momento actual, están los cuatro de mañana, dos de ellos con 66 y 65 años, y tres de atención continuada, pero uno de ellos se jubila el día 12 de abril.

Paula Claver, coordinadora del centro de salud, expresa su preocupación dado que la mitad de la plantilla tiene más de 60 años y “no ve recambio posible”, señala. Es un municipio que atiende a los pacientes de Senegüé hasta el Portalet, puesto que el PAC de Escarrilla y Canfranc se cerraron. “De momento llegamos, pero qué ocurriría si no”, concluye.

Alrededor de Huesca ciudad, también hay municipios que sufren los efectos de la despoblación. José Carlos Vázquez es médico en Lupiñén desde 1983 y está en la prórroga de su jubilación. Abarca seis municipios en total y tiene ganas de seguir. “Tienes más tiempo para estar con los pacientes y disfrutas más del trabajo”, concluye.  

Medidas urbanas, no rurales

Los sanitarios del medio rural lamentan que las medidas tomadas para mejorar la Atención Primaria y la calidad asistencial afectan únicamente al ámbito urbano y poco al medio rural. “La escasez de profesionales la padecemos con el agravante de que realizamos desplazamientos de más de 60 kilómetros. Además, cuando hay una baja o vacaciones la cubrimos nosotros”, advierte José Carlos Vázquez, médico en Lupiñén, que deja sus dudas en la cobertura de su plaza tras la jubilación. “Los pueblos se vacían, pero los médicos siguen haciendo falta, es complicado”, zanja.