Una generación entera de médicos cierra la puerta del consultorio

Su vida seguirá en Fonz junto a su familia y sus amigos, pero no volverá a recibir pacientes en el consultorio después de 42 años. El pasado martes, el día de su 70 cumpleaños, Esteban Sanmartín cerró su etapa como médico de familia tras casi medio siglo de dedicación, también en Colungo, Asque y Buera en el Somontano.

“A mí no se me moría un paciente, se me moría un amigo”, asentía el doctor el día de su despedida, rodeado de amigos, vecinos y compañeros de trabajo, “a quienes echará en falta”.

Eligió este día para poner en valor la figura del médico rural, denostada en los últimos años, a pesar de la gran presión asistencial que padece. “Atención Primaria es una de las especialidades más bonitas de la medicina. He tratado a cinco generaciones y me han ofrecido una relación de amistad, cariño y respeto muy superior a la habitual entre médico – paciente”, valora.

El oficio ha cambiado a su modo de ver. Hoy en día, esa relación tiene más “distancia, recelos y miedos”, incide. Los médicos no tienen condiciones óptimas para instalarse en una localidad y permanecer en su puesto de trabajo. “Los contratos de uno, dos o cinco meses han perjudicado el vínculo entre el médico, el paciente y la zona en la que está viviendo”, completa.

Con todo, el galeno cree que aún es posible revertir la situación. Insiste en poner ya el foco sobre la escasez de profesionales de Atención Primaria e incentivar las plazas de los centros de salud de los municipios con menos habitantes. “Si hacemos las cosas bien, creo que en 5 o 6 años podríamos tener los recursos humanos suficientes para atender a todas las poblaciones”, afirma.

Ayuntamiento de Fonz

Y asegura que el cambio debe ser protagonizado por los más jóvenes, con quienes ha podido trabajar codo con codo en los últimos años. “Llegaron residentes de segundo año y con ellos aprendí lecciones que no habría imaginado. Concederme esto en mi última etapa profesional, me ha llenado de satisfacción”, agradece Sanmartín.

“A todos”, se sincera el doctor, “les ha dejado una huella importante”, y se han podido instruir en la incertidumbre que hay que afrontar al ver entrar a una persona y, a veces solo con el historial clínico, elaborar su diagnóstico.

Para ello, las instituciones deben facilitar dar ese paso. Cada vez más graduados escogen salir al extranjero con ofertas económicas superiores, mientras las plazas de los centros de salud de la provincia siguen vacantes. “Por que no se puede amar aquello que no se conoce, si los residentes no conocen el medio rural nunca querrán venir”, concluye.

Riesgo de colapso

Los datos del Informe Especial sobre la Sanidad en el Medio Rural presentados por el Justicia de Aragón a finales de 2022 pusieron de manifiesto lo que, médicos como Esteban Sanmartín llevan advirtiendo desde hace décadas: el riesgo de “colapso” de la atención sanitaria en las pequeñas localidades debido a las dificultades de la cobertura de las vacantes y las jubilaciones que, de seguir así, mermarán en diez años la presencia de facultativos en un 50%.

Según el estudio, el 38 % de los médicos de familia en los municipios del Alto Aragón de menos de 10.000 habitantes tiene entre 55 y 64 años. El 12%, más de 64.

La provincia está dividida en dos sectores: Barbastro y Huesca, que engloban las diferentes Zonas Básicas de Salud. En ambas, el índice de vejez es muy superior al registrado en España (225,78 Huesca y 224,19 Barbastro frente al 133,48 de la media española), “influyendo en una mayor utilización de los servicios de atención sanitaria”, remarca el informe.

A su vez, en relación a la ubicación de los Centros de Salud y los pacientes, el estudio establece la distancia tanto en kilómetros como en el tiempo necesario para abarcarla. Lafortunada (77 kilómetros), Mequinenza (91), Castejón de Sos (78), Hecho (98), Berdún (84) y Broto(89), son los casos más graves.

Entre otras estadísticas, de las 187 plazas ofertadas en 2022 en las categorías de Médico de Familia (MF) y de Médico de Atención Continuada (MAC), 77 quedaron sin adjudicar, algunas de ellas en Aínsa, Albalate, Castejón, Monzón, Tamarite de Litera, Biescas, Fraga, Hecho... Por ello, y tras llevar años sin cubrirse, el informe señalan que ya tienen la consideración de “difícil cobertura”.

El estudio concluye que, en las zonas rurales, aunque el número global de profesionales disponibles en el país fuera adecuado, no se cubrirían las plazas poco atractivas, salvo que se mejorara su atractivo con incentivos adecuados y potentes.

Ante esto, el Gobierno puso en marcha el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023 aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud

Con ello se intentó establecer el objetivo de incrementar el número de profesionales, garantizar su disponibilidad y mejorar las condiciones laborales de manera que se posibilite la accesibilidad, la longitudinalidad, estabilidad, atracción del talento y en consecuencia se reduzca la temporalidad por debajo del 8 %.

Tras una amenaza de huelga el pasado mes de febrero, el Gobierno de Aragón sacó adelante un incremento presupuestario del 25 % para la Atención Primaria, además una flexibilización de horarios y descansos tras las guardias, algo que los médicos rurales sostienen que “aún no han percibido”.

Este viernes, Departamento de Sanidad y sindicatos se reunieron para acercar posturas e intentar evitar la huelga programada para el 31 de marzo en una negociación, de momento, muy alejada.