Cinca Medio

JUSTICIA

Confirman el "estrés postraumático" del menor con secuelas tras las presuntas violaciones de un cura

Los peritos en psicología y psiquiatría han revelado las secuelas que padece la víctima por los hechos que se produjeron en una parroquia de Monzón

Una perito psicóloga comparece en la vista oral de este martes en la Audiencia Provincial de Huesca.
Una perito psicóloga comparece en la vista oral de este martes en la Audiencia Provincial de Huesca.
Laura Ayerbe

Las pruebas periciales que se han practicado en la vista oral de este martes en la Audiencia Provincial de Huesca han determinado que el menor de 8 años que sufrió las agresiones sexuales de un exsacerdote acusado por un presunto delito de agresión sexual continuada entre 2010 y 2011 en un parroquia de Monzón durante la catequesis, han dejado al joven con secuelas de "estrés postraumático".

Así lo han dejado constar en la segunda vista del juicio oral del exsacerdote por el que las acusaciones mantienen la petición de condena de 15 años de cárcel mientras que el letrado de la defensa reclama la libre absolución para su representado.

La perito judicial, Jara Acín, ha expresado en respuesta a la fiscalía que tras las pruebas practicadas el menor presentaba "síntomas de corte postraumático muy evidente de efecto retardado" con síntomas de autolesiones por las agresiones sexuales entre las que se incluyen felaciones y penetraciones anales. Al ser menor de edad, "los recuerdos se quedaron encapsulados en el niño de 8 años" y la víctima se dio cuenta de la gravedad de los hechos cuando contaba con 12 años y después contó los hechos a sus padres, antes de interponer una denuncia.

Precisamente, la perito especializada en psicología ha comentado que la víctima tomó hasta seis medicaciones distintas por las diferentes secuelas que sufrió por las agresiones sexuales, entre ellas la epilepsia.

También la psicóloga ha descartado "la sed de venganza del menor" y se ha referido a las secuelas que sufrió el menor "como el sentimiento de vergüenza, culpabilidad por los hechos  que "precisaron de más de dos años de trabajo terapéutico", ha recalcado.

En respuesta al letrado de la acusación particular, la psicóloga ha señalado que el menor "se veía como una víctima, una persona rota para siempre y eso le generó malestar".

Y en contestación al abogado de la defensa, la psicóloga ha descartado que el relato del menor "haya sido fabulado por el tipo de cuadro que presenta" y ha recalcado que la "sintomatología es auténtica y reactiva a las experiencias que él ha vivido".

También se ha ratificado por videoconferencia en su informe la psicóloga de la Oficina de Atención a la Víctima, Pilar Cutando, de la Oficina de Atención a la Víctima, quien ha señalado que el menor en el momento de darse cuenta de lo que le había sucedido "manifestaba diferentes consecuencias psicológicas como irritabilidad, baja autoestima, autolesiones en los brazos... como consecuencia de lo que había vivido". También ha comentado que el joven "presentaba una situación que le impedía relacionarse con los demás y le producía una situación de aislamiento".

Por su parte, las psicólogas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imla), Ana Pardo y Miriam Blanco, han recalcado que existía bastante credibilidad en el relato del menor, al que han recalcado "le costó entender lo que le había pasado" en relación a las agresiones sexuales al contar con 8 años en el momento de los hechos. "Se sentía incómodo al contarlo y con rabia y tristeza de haberlo vivido" además de "una fragilidad emocional , ha señalado.

Asimismo ha relatado que en el menor se produjeron varios episodios después de las agresiones como entenderlo, contárselo a una amiga y sus padres y tomar la decisión de denunciarlo.

Por su parte, Paula Yanguas, médico forense, ha ratificado en el cuadro de estrés postraumático y las consecuencias que sufría la víctima que ha calificado "equilibrio emocional frágil".

Conclusiones de las partes

La letrada del Ministerio Fiscal ha comenzado su intervención de conclusiones argumentado que a lo largo de las dos sesiones "ha quedado acreditado el delito de agresión sexual continuada" del acusado sobre la víctima de 8 años de edad, con "secuelas que se mantienen a lo largo del tiempo".

En este sentido, la fiscal ha dejado claro que la declaración de la víctima en la vista del pasado 29 de junio de 2023, "reúne todos los requisitos jurisprudenciales como prueba de cargo" reforzadas con las declaraciones de sus progenitores "quienes tomaron constancia y corroboraron las versiones dadas por su hijo". 

También se ha referido a las medidas tomadas desde la propia diócesis respecto al acusado al reducirle al estado laical tras comenzar un expediente de secularización. A su vez ha relatado que "la versión del procesado no se ha mantenido en el tiempo" y la relación de confianza que mantenía con la catequista.

Durante su exposición de sus conclusiones la letrada del Ministerio Público ha comentado que la agresión sexual continuada del exsacerdote presenta las agravantes de "vulnerabilidad del menor, por la situación de indefensión de la víctima respecto a su agresor y el de abuso de superioridad".

Por su parte, el abogado de la acusación particular, Miguel Ángel Pascual, ha relatado que los informes de los peritos médicos y forenses "generan veracidad en los testimonios del menor".

Asimismo ha recordado que "el sacerdote es secularizado porque se le atribuyen delitos de abusos sexuales con menores, homosexualidad y pornografía".

Por su parte, el abogado de la defensa, Carlos Monguilod, ha estribado su argumentación en que "no hay pruebas de cargo suficientes" por lo que, a su juicio, "su culpabilidad no se ha probado" por lo que ha solicitado la libre absolución para su representado.

En su exposición ha dejado claro que "no se puede condenar solo con lo que cuenta la víctima" y todos los hechos que la víctima relata de las agresiones del exsacerdote en los lavabos de la parroquia de Monzón "se da sin ninguna prueba consolidada para que se vea que es cierto".

También ha descartado que la catequista ayudara al cura en su testimonio "al negar rotundamente que el menor saliera de la clase de catequesis con el sacerdote" y ha recordado que esta afirmó en la sesión del pasado mes de junio "nadie se llevó a un niño de catequesis".

Además ha comentado que en el proceso judicial su representado ha negado los hechos que se le imputan de agresión sexual continuada contra un menor. Asimismo el letrado ha concluido que "la declaración de la víctima y la corroboración periférica posterior no se han dado en esta vista".