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Maru Díaz: “Aragón tiene pendiente reconocer a Manuel Sarasa”

La consejera de Ciencia y Universidad presidió la celebración de la festividad de Veterinaria donde se recordó al investigador ayerbense

Irene San José, viuda de Manuel Sarasa
Irene San José, viuda de Manuel Sarasa, en un momento del acto
D.A.

La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, manifestó este jueves que Aragón “tiene pendiente la tarea de reconocer la labor de Manuel Sarasa”. Así se pronunció en el acto celebrado con motivo de la festividad del patrón de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, San Francisco de Asís, donde hubo tiempo para un emotivo recuerdo ‘In memoriam’ del profesor ayerbense, pionero investigador del alzhéimer y un referente para la comunidad científica internacional.

El Catedrático del Departamento de Anatomía, Embriología y Genética animal, que falleció el 27 de mayo de 2020, a los 63 años de edad, dejó como parte destacada de su valioso legado el diseño de una vacuna para erradicar esta enfermedad, que se encuentra en la fase II de su ensayo clínico.

Al acto asistieron, entre otros, la viuda de Manuel Sarasa, Irene San José, uno de sus hijos, Manuel, el decano del centro, Manuel Gascón, la vicerrectora de Política Científica, Rosa Bolea, el profesor Pedro Muniesa y la citada consejera Maru Díaz.

Irene San José reconoció sentirse muy emocionada. “Mil gracias por este recuerdo, que permanecerá en nuestros corazones toda la vida”, aseguró. Después, explicó a los asistentes que su esposo siempre se sintió muy satisfecho de haber estudiado Veterinaria, porque le procuró una formación multidisciplinar muy importante para su condición de investigador.

Después, pidió a sus compañeros, profesores, investigadores, veterinarios y a todos los aragoneses, que se sientan siempre muy orgullosos de él. “La parte fundamental de su estudio está por venir, la fase II de la vacuna va muy bien y esperemos que la III también y se cumpla su sueño desde el cielo. Pero su legado va más allá, peleó por quedarse en Aragón, ha creado escuela en la gente que trabajó con él y era muy reservado, pero tenía un corazón inmenso y lleno de amor, y te hacía sentir ese cariño”, declaró.

Manuel Gascón y Pedro Muniesa glosaron la figura de Manuel Sarasa. Recordaron que se licenció en Veterinaria en 1980, se doctoró en el 85 con el Premio Extraordinario, fundó el Laboratorio de Neurobiología de la Universidad de Zaragoza (1993) y Araclon Biotech (2004), diseño una vacuna para el alzhéimer y un kit de diagnóstico temprano, fue nombrado académico de a Facultad de Medicina en 2014, profesor de Anatomía en la Facultad de Veterinaria y recibió numerosos galardones, como el de Altoaragonés del Año (2009), de DIARIO DEL ALTOARAGÓN.

Pedro Muniesa se refirió a su amigo como una persona con “rigor” y “honestidad intelectual” y destacó su “tesón, inteligencia útil y su pasión”, la de un hombre “pegado al terreno”, muy próximo a su familia, sus amigos y su pueblo, Ayerbe. Su fascinación por Cajal y la neurociencia le llevaron a Basilea en 1989, donde adquirió conocimientos claves para su trabajo posterior. Allí entró en contacto con la proteína beta amiloide. Recordó que la enfermedad de su madre fue lo que finalmente terminó por dirigir su interés hacia el alzhéimer y una multinacional como Grifols se fijó en su trabajo en 2012 y se implicó en su investigación. Gascón confía en que a finales de este año habrá resultados preliminares sobre la fase II del ensayo de la vacuna, aunque los definitivos no llegarán hasta 2022. Pero, sobre todas las cosas, Muniesa hizo hincapié en la “bondad intrínseca y generosidad sin límites” del científico. “Por demasiadas cosas te echamos y te echaremos de menos. Manuel, Manolo, Mamel”, finalizó.

Previamente al homenaje de Manuel Sarasa, se entregaron distintos premios a los estudiantes y la consejera cerró el acto reconociendo que Aragón tiene una deuda con el investigador altoaragonés.

Por otro lado, reivindicó la ciencia veterinaria como “primer frente” para luchar contra la covid-19, preservar la salud global y anticiparse a futuras nuevas pandemias.