La Hoya

TRADICIONES

El Gállego promete un poderoso XX aniversario del Descenso de Navatas

El alto caudal del río (55 hectómetros cúbicos por segundo) marcará la jornada del domingo 21 de abril

Presentación del XX Descenso de Nabatas en la DPH.
Presentación del XX Descenso de Navatas en la DPH.
S.E.

Cómo ha cambiado la situación de un año para otro. En 2023, la sequía provocó uno de los descensos de navatas más complicados que se recuerdan. A día de hoy, con un volumen de 55 hectómetros cúbicos por segundo, los altos niveles de agua registrados por el río Gállego prometen un poderoso XX aniversario del Descenso de Navatas.

“Las condiciones son perfectas”, sostiene Pedro Borau, presidente de la Asociación de Nabateros d'a Galliguera, incidiendo en que el reto este año estará en “saber leer el río”. “Cuando estás delante percibes las olas y siempre sabes que, cuando salen los “gallos”, hay tierra debajo. Se aprende a base de descensos”, remarca el nabatero sobre la técnica.

La jornada arrancará a las 11:00 horas en la playa del Molino de Murillo de Gállego. El recorrido previsto es de ocho kilómetros con llegada a las 13:00 horas al puente de Hierro de Santa Eulalia de Gállego. Durante el trayecto, Gaiters de Tierra Plana acompañarán con música a las dos navatas que bajarán, una de dos trampos y otra de tres. “En la primera irán cinco nabateros y en la segunda, nueve. Somos muchos nabateros, no todos podemos bajar todos porque la seguridad es lo primero”, remarca Borau.

Pese a ello, todos participaron de los preparativos de la jornada. A principios de febrero, se pulieron los troncos dejando un palo rígido. Luego se retorcieron manualmente para dejarlos flexibles, sin alambres ni cuerdas, todo con vegetales. Después se hicieron los nudos, que deben cambiarse cada año por seguridad porque los maderos son los mismos. El próximo sábado se “ahogarán” (echarán al agua) y se acoplarán entre ellas. A continuación se pondrán los remos y se dejarán atadas hasta el domingo. La construcción de las navatas ha podido conocerse a lo largo de la última semana a través de actividades con la Escuela Nabatera.

Historia

Esta manera de transportar la madera arrancaba en el Pirineo. Se barranqueaba por los afluentes y en Murillo se ataban para iniciar el descenso y vender la madera por los diferentes pueblos hasta Zaragoza y Tortosa, donde la industria naval hacía uso del material. Los nabateros de entonces tardaban una semana en bajar y alrededor de un mes en volver a subir a pie. La técnica dejó de emplearse tras la llegada del ferrocarril y, pese a que la tradición se perdió, consiguió recuperarse gracias a los nabateros de la zona de Sobrarbe.

Tal y como ha señalado la vicepresidenta segunda de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), Celsa Rufas, se trata de “un oficio de nuestros ancestros duro y arriesgado que debemos poner en valor”, además de una propuesta turística “única” para disfrutar en familia de "nuestra provincia y nuestro paisaje”. También desde la Comarca de la Hoya, Domingo Monaj, consejero de Medio Ambiente, ha resaltado el “legado” de estos hombres y mujeres que se “jugaron la vida durante siglos” ante lo “desconocido”.

Crowdfunding

Michel Catalán, nabatero de la Galliguera, ha formado parte de la jornada para contar la iniciativa de crowdfunding que ha impulsado la asociación. El objetivo es tratar de recaudar unos 3.000 euros para renovar los materiales que emplean para armar las navatas.

Agradecen el apoyo prestado de las instituciones y llaman a los altoaragoneses a ser parte de esta tradición ayudando a que se mantenga en su página web. Aquí tendrán acceso a camisetas, chapas, libros, botellas de vino nabatero y trozos de las propias navatas.