Carolina Borja: "Me llamó la atención la experiencia de irte sola a hacer prácticas a un pueblo"

Su única conexión con un pueblo era alguna que otra visita al de su mejor amiga, pero a Carolina Borja, de 21 años y estudiante de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, le resultó atractiva la idea que escuchó en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza de la posibilidad de hacer prácticas en el medio rural con el programa Desafío, de la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Huesca. Así que después de escuchar “algún comentario como por encima”, se animó a buscar por internet para informarse. “Me llamó la atención la experiencia de irte sola a un pueblo. Además, son prácticas remuneradas y me apetecía vivir esa experiencia”, recalca Carolina.

“Pregunté en Universa y me dijeron que había una empresa en Tardienta -La Harinera- que ofrecía prácticas con el programa de ‘Erasmus Rural’, y ahí que fui”, recuerda esta estudiante zaragozana. Su función era realizar control de calidad de harinas y sémolas. “Había trabajado en otros sitios, pero no como tecnóloga de alimentos”, comenta mientras detalla la importancia que tenía para ella tener esta experiencia laboral. Además, “estuve muy a gusto con las compañeras”, destaca.

Carolina se alojaba en una casa de turismo rural, Casa Marga, en la que se sentía muy a gusto, porque además había más usuarios. Además, iba a comprar por al pueblo, alguna vez a la piscina... pero admite que no le dio mucho tiempo de conocer a gente. “Estuve un mes y es un tiempo muy corto”, lamenta. Con un horario hasta las 18:00, después pasaba alguna tarde preparando la memoria de prácticas, así que el tiempo se le pasó volando.

De hecho, “fue una experiencia muy chula, la recomiendo”. Es más, dentro de un año no descarto vivir en un pueblo”, indica, ya que su carrera tiene mucho que ver con el medio rural.

“En mi caso, al estudiar Ciencia y Tecnología de los Alimentos ya imaginaba que en el medio rural hay incluso más oportunidades, pero también hay alumnos en prácticas de Derecho, que en principio no tienen por qué tener tanto vínculo”, expone para animar a estudiantes de todas las titulaciones para que puedan plantearse participar en este programa. “Para mí fue muy útil y aprendí muchísimo. Creo que me desenvolví bien en el laboratorio. Aunque no era de análisis físico-químico, está muy bien saber de todo”, destaca.

Ahora, Carolina Borja acaba 4º y solo le queda presentar el Trabajo Fin de Grado (TFC) y comenzar su andadura profesional, para lo que está abierta a explotar las oportunidades que surjan.

“Ahora mismo no sé qué hacer con mi vida e igual en el futuro... “, apunta esta estudiante que deja abierta la posibilidad de ir a trabajar al medio rural.