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COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Patricia Heredia: “No teníamos un duro, ni nada que perder. Vamos a intentarlo”

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Patricia Heredia, durante su intervención.
Patricia Heredia, durante su intervención.
La Colmena Creativa

Emprender requiere de un impulso, que “lleve a tomar una determinada decisión”. Al menos, así lo cree Patricia Heredia, ingeniera en Telecomunicaciones, fundadora de la academia de robótica Mini Vinci y creadora, junto a su compañera, Valeria Corrales, del canal de YouTube ValPat.

Heredia fue la encargada de abrir la terna de conferencias con una charla inspiradora, donde ese impulso, que en su caso fue Valeria, al ser la única niña que participó en el primer taller de robótica para peques que impartió antes de abrir la academia y tras ser ascendida, momento en el que tuvo que relegar lo que más le divertía, “cacharrear”: “Ya no podía soldar, ya no podía programar y me aburría tremendamente”.

Corrales fue el impulso de Heredia y así arrancó el proceso que le llevó a dejar su trabajo de ingeniera, diseñando sistemas de comunicaciones para trenes “y con un sueldazo”, para emprender en Huesca, abriendo una academia de robótica y, posteriormente, poner en marcha el canal de YouTube ValPat junto a Valeria Corrales. Un canal que impulsaron desde cero, “no teníamos un duro”, pero “no teníamos nada que perder” -algo que se repiten cada vez que deciden llevar a cabo una idea nueva- y se dijeron: “Vamos a intentarlo”.

El objetivo, “que haya más niñas que quieran ser ingenieras, y si no lo son, no pasa nada”, pues lo importante es evitar la reproducción de estereotipos como que “un ingeniero es un señor con casco que hace puentes o que los informáticos son chicos, que son feos y no tienen amigos y que se pasan el día programando en su garaje”, porque “eso es mentira”.

Esta ingeniera eligió, para el comienzo de su intervención, confesar cómo cae recurrentemente en el síndrome de la impostora, un ‘incómodo amigo’ que le asalta, haciéndola dudar sobre lo que puede aportar, que le dijo, esa misma mañana, “pero estás segura, pero tú qué vas a decir” y que intentó arrastrarla al “eterno dilema: ciencias y letras, cultura e ingeniería, creatividad y tecnología. No tengo el secreto para combatirlo, pero soy la viva imagen de que no hay una separación entre cultura e ingeniería y de la transversalidad entre creatividad y tecnología”.

Una herramienta al servicio de las personas

Es precisamente gracias a la tecnología, sobre la que esta ingeniera recuerda que “es una herramienta al servicio de las personas y nos puede ayudar en lo que sea”, y con el contenido que suben a su canal de YouTube que la dupla Heredia-Corrales hackean estereotipos y comparten conocimiento: “Si queremos hacer un videojuego, tenemos que aprender matemáticas para hacer que se muevan los personajes. El objetivo es el videojuego, no aprender los vectores”. Ahí reside la transversalidad entre tecnología y creatividad.