Premio a la innovación a Casa Chuldián por sus habitaciones para teletrabajar

El hotel Casa Chuldián, de Sahún, tuvo una mención especial por innovar en turismo en un año marcado por la pandemia y fue una de las siete empresas altoaragonesas reconocidas en el Premio Pyme 2021 de la Cámara de Comercio y Servicios de Huesca y Banco de Santander, en colaboración con DIARIO DEL ALTOARAGÓN. Su propietaria, Guayente Rivera, agradecida por el reconocimiento que recibe como un “estímulo”, explica el esfuerzo que supone adaptarse a los cambios vertiginosos del sector turístico en estos momentos y alude a algunas de las iniciativas desarrolladas por el establecimiento como las habitaciones para teletrabajo, los fines de semana y meses temáticos -que se inauguran el próximo otoño-, o las adaptaciones para ofrecer habitaciones a familias y las realizadas para convertirse en un local “pet-friendly”, un nicho, el de las mascotas, en notable crecimiento.

La Escuela de Hostelería de Guayente fue el germen de esta iniciativa empresarial, ya que ahí se formaron en cocina y servicio la segunda generación de una familia de Sahún que, hasta ese momento, no se había dedicado a la restauración. “Decidimos montar algo e hicimos la obra nueva en un campo de casa”, recuerda la propietaria que, tras estudiar en Guayente, completó su formación en la Escuela de Hostelería de Huesca. “Fue unos años después de que mi hermano y yo acabáramos de estudiar. Casa Chuldián nació como un hotel familiar con mis padres, mi hermano y yo”, relata coincidiendo con el décimo aniversario del establecimiento, que se cumplió el pasado mes de abril.

Pablo Segura

“La obra fue cosa de mi padre que era albañil, aunque se contrató a gente, y como los hermanos trabajábamos en Hostelería, decidimos trabajar para casa. Sabíamos que queríamos vivir aquí, así que empezamos con el restaurante, el bar y las habitaciones”.

Casa Chuldián ya comenzó con el mismo edificio que ofrece en la actualidad, con 15 habitaciones, con servicio de restaurante y bar. “A los tres años, falleció mi padre y después me quedé yo al frente del negocio con mi madre y mi marido, relata en el devenir de un hotel que ha crecido adaptándose a las demandas de los visitantes.

“Al principio, lo difícil es encontrar clientes. Abrimos en 2011, todavía con la crisis del 2008 y nos costó empezar a rodar, además, en este valle hay mucha oferta”, comenta, aludiendo a la necesidad de adaptarse y modernizarse que les ha llevado a obtener esta distinción.

“Hicimos una zona de césped con un parque infantil que ha tenido desde el principio muy buena aceptación. También hace dos años, hicimos una instalación de wifi y pusimos antenas en todo el hotel. Ahora estamos mirando antenas para mejorar la cobertura de teléfono porque en estas zonas tenemos que lidiar con el mal servicio de las empresas de telecomunicaciones. De forma privada, hay que reforzar las instalaciones para dar un servicio digno”, lamenta asegurando que el wifi es “hoy en día un servicio básico”.

La llegada de la pandemia ha supuesto un reto para Casa Chuldián y, desde el primer día, Guayente Rivera la ha afrontado desde la innovación. “Solo cerramos un mes y medio, porque incluso en invierno seguimos trabajando con trabajadores esenciales entre semana, al no haber turismo por el cierre de la estación. Los huecos se cubrieron con las habitaciones para teletrabajo. “Ha tenido muy buena aceptación. Hemos tenido una chica que estaba en un camping y venía a trabajar de 8 a 16 horas y gente que estaba con la familia, semanas sueltas, ha venido a trabajar a estas habitaciones-oficina. Se me ocurrió por el crecimiento del teletrabajo y que algún hotel lo había hecho. Lo hicimos aprisa y corriendo y ha sido un éxito”, indica.

“La terraza exterior se ha potenciado con el Covid, cada vez la gente quiere más exterior, este verano hasta desayunos hemos dado en la terraza, aunque aquí se puede usar un mes. No teníamos habitaciones familiares, pero ya tenemos hasta cuádruplex, con 4 camas o dos de matrimonio. Ahora aceptamos mascotas, se cobra un suplemento, por los rituales de limpieza y desinfección que se dificultan, pero hay mucha gente con mascota, es un nicho de mercado que ha evolucionado”, explica. “No pueden estar en las zonas comunes, porque no a todo el mundo le gustan, pero sí en las habitaciones y ningún problema”, agrega.

Tras un verano “bueno”, que empezó el puente de San Juan en Casa Chuldián que ha estado llena hasta estos días, Guayente Rivera mira con prudencia un otoño que puede traer un nuevo corte en la N-260. “ Los tenía que mandar a ver y comer en Roda de Isábena, a parar en lo de las brujas de Laspaúles y la gente llegaba encantada y casi no se acordaba de la vuelta por el Isábena. Nos teníamos que buscar la manera de que te llegaran igual porque estamos algo a desmano”, confiesa.

De cara al otoño, y ante previsibles nuevos cortes viarios en el eje pirenaico, trabajan ya en propuestas novedosas. “Queremos implantar fines de semana o meses de setas, yoga o comida saludable, periodos temáticos para temporadas bajas. Empezamos con las jornadas micológicas y a ver la aceptación para ir implantando otras”, avanza siempre inquieta y buscando ofrecer alternativas a sus clientes, cada vez más fieles. “Este año ha venido gente nueva que solía ir a la playa, pero también gente de semana entera que vuelve de un año para otro. Estamos algo apartados del pueblo y mucha gente nos escoge para huir de la multitud de Benasque en temporada alta”, comenta desde el idílico entorno de Sahún.

Premios Empresa

Podoactiva recibió el Premio Pyme del 2021 en una velada en la que se reconoció a Defender Alcolea de Monzón (accésit de Internacionalización), Rafael Tena de Sariñena (de Innovación y Digitalización, Sistemas de Gestión de la Prevención de Huesca (Formación y Empleo), Programación Integral de Binéfar (Empresa Responsable) y Bikefriendly Group de Jaca (Actividad contra la Covid).