Torreciudad, uno de los principales focos turísticos del Alto Aragón

A punto de celebrar su 50 aniversario en 2025, el santuario de Torreciudad, ubicado en el municipio ribagorzano de Secastilla, se ha consolidado como uno de los principales focos de atracción turística del Alto Aragón, tras remontar los dos años de pandemia. La recuperación de las peregrinaciones grupales y la rompedora renovación de sus espacios museográficos han hecho que en torno a 190.000 personas visitaran Torreciudad en 2022. El santuario mariano ha recuperado citas multitudinarias como la Jornada Mariana de la Familia, que atrajo a casi 9.000 personas; o la Fiesta de la Virgen del Quinche, que congregó a 3.000 ecuatorianos, abriendo sus puertas a peregrinos, principalmente, pero también a curiosos de toda España y de distintos países. No en vano, Torreciudad trabaja en coordinación con la pastoral diocesana y “en colaboración y convergencia con los agentes turísticos e institucionales del territorio para que todo el mundo sea bienvenido en su encuentro con la Virgen”.

Cabe recordar que la imagen de la Virgen de Torreciudad fue entronizada en 1084 en una ermita situada en un paraje de gran atractivo natural, donde se conserva una torre de vigilancia de la época árabe y la ermita, construida sobre los vestigios medievales. Durante nueve siglos, la Virgen de Torreciudad recibió la visita en peregrinación de los vecinos de los alrededores, a quienes se sumaron nuevos peregrinos tras la construcción en las inmediaciones del santuario mariano en 1975, bajo el impulso de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Nacido en Barbastro el 9 de enero de 1902, cuando tenía 2 años, fue llevado por sus padres a la ermita de Torreciudad para agradecer la curación de una grave enfermedad. El nuevo santuario hizo que cientos de miles de fieles acudan a la intercesión de Santa María bajo esta advocación milenaria.

El nuevo templo y sus edificios anexos son obra del arquitecto Heliodoro Dols y destacan por la variedad de formas creadas a partir del ladrillo, interpretando los elementos constructivos tradicionales de Aragón. En el interior de la iglesia, destaca el retablo realizado en alabastro por el escultor catalán Joan Mayné, inspirado en los retablos tradicionales de las grandes iglesias y catedrales aragonesas. Las escenas policromadas representan distintos momentos de la vida de la Virgen María. En su camarín se contempla la misma talla románica de Nuestra Señora de Torreciudad que se encontraba en la ermita. Sobre una peana situada a la izquierda hay una imagen de san Josemaría, esculpida en alabastro también por Joan Mayné.

S.E.

Debajo se puede acceder al “gigapan” retablo, una nueva técnica fotográfica de alta resolución que permite acercarse con el ratón del ordenador o con los dedos en la pantalla del móvil hasta los detalles más pequeños de las escenas que lo componen.

Este elemento forma parte de la exhaustiva renovación de Torreciudad en los últimos años, donde la antigua exposición histórica, por ejemplo, ha renovado totalmente sus contenidos y ha apostado por una presentación interactiva en diálogo con el visitante. Situado a la entrada de la explanada, en el edificio de la izquierda, el recorrido se inicia en los orígenes medievales de la devoción a Nuestra Señora de Torreciudad.

La galería de imágenes de la Virgen, uno de los lugares más valorados y visitados del santuario, también ha experimentado una completa renovación. Se ha diseñado un moderno espacio de exposición a lo largo del pasillo principal que conduce a la capilla de la Sagrada Familia, cuidadosamente iluminado y armonizado con la arquitectura del santuario. En él, los peregrinos pueden contemplar una amplia selección de imágenes agrupadas con criterios geográficos y mariológicos. También tienen a su disposición dos grandes pantallas táctiles en las que pueden buscar las fotografías del resto de Patronas que han sido entregadas a Torreciudad a lo largo de los años.

La proyección del vídeo-mapping “El retablo te cuenta” es una fascinante experiencia audiovisual de seis minutos en la que el retablo despliega toda su riqueza de contenido a través de un diálogo entre san Josemaría y la Virgen María.

El Espacio “Vive la experiencia de la fe” ofrece al visitante una sorprendente inmersión multimedia de unos 45 minutos en la que, a través de varios ámbitos, se plantean diversas reflexiones: Dios, la libertad, la felicidad, la Virgen María, el amor… Su objetivo es acercar la comprensión de lo que es el santuario y facilitar la experiencia de una alegre renovación interior.

Para ayudar en la visita, que debe adquirirse previamente, se cuenta con una guía digital, que puede descargarse para Android e iOs. Con las funciones GPS y Bluetooth activadas, la propia aplicación informa al usuario acerca de lo que está contemplando en cada lugar. Gracias a una red de emisores distribuidos por el recinto, denominados beacons, el visitante recibe datos e imágenes geolocalizados a medida que se desplaza.