Ribagorza

OJO AVIZOR

“Nos vamos de Sevilla en Semana Santa para estar en Torreciudad”

De los 2.000 visitantes anuales, la mayoría se registraron durante el verano y la Semana Santa

Jóvenes de Sevilla en Torreciudad.
Jóvenes de Sevilla en Torreciudad.
Torreciudad.

La afluencia al Santuario de Torreciudad sigue al alza y en torno a 200.000 personas, un cinco por ciento más que en 2022, visitaron las instalaciones el pasado año. Los meses con mayor afluencia fueron agosto (32.500), abril (25.000) y julio (24.500), coincidiendo con los periodos vacacionales del verano y la Semana Santa. Aunque los establecimientos turísticos de la zona resaltan que el santuario “está consiguiendo desestacionalizar la afluencia”, la Semana de Pascua sigue destacando por la presencia de visitantes y peregrinos. La mayoría están estos siete días en la zona, ya que algunos vienen de lugares alejados, y llama la atención la abundante presencia de jóvenes en Torreciudad durante la Semana Santa, atraídos por la espiritualidad propia de estas jornadas, que se completa desde el Santuario con actividades deportivas y de convivencia en la zona.

“En Semana Santa viene mucha gente a Torreciudad. Muchos están en El Poblado, otros en establecimientos de la zona. Son gente que está de lunes a domingo”, comenta Javier Puyal, del Restaurante Tres Caminos de El Grado. “Nosotros somos lo que somos porque está Torreciudad que para nosotros, a groso modo, es un 60 o 70 por ciento del total de nuestros clientes. Aunque no hemos hecho un estudio, más de la mitad de los clientes están relacionados con el santuario”, calcula.

Como se extrae de las cifras emitidas por el propio Santuario, el número de visitantes es creciente y eso se nota también en el entorno que lo atribuye al proceso de modernización llevado a cabo en los últimos años. “La museización ha atraído a más visitantes. Es interesante y cualquiera puede visitarlo independientemente de que seas más o menos creyente. Hay más contenido dirigido a todo el mundo y el santuario se ha actualizado a los tiempos. Es, sin duda, una visita obligatoria en la zona todo el año, pero aún más en Semana Santa. Ahora mismo parece un cuadro, con la nieve y el pantano lleno”, apunta Puyal dibujando el imponente aspecto primaveral que luce Torreciudad estos días.

Sin embargo, el hostelero de El Grado alude a la tendencia que se viene consolidando en Torreciudad de atraer un flujo de visitantes más constante. “Torreciudad ha conseguido desestacionalizar la afluencia. Evidentemente, la Semana Santa es un periodo importante, pero en verano, el día de la Familia, etcétera. El fin de semana pasado hubo una actividad de convivencia de matrimonios que atrajo bastante gente. A lo largo del año, además de las fechas claves, el santuario organiza actividades que tienen mucha respuesta”, asegura.

David Llanos es voluntario en una asociación familiar de Sevilla que lleva años viajando a Torreciudad en Semana Santa con grupos de jóvenes. “Yo llevo viniendo ocho años, pero la asociación ya venía antes, no sé cuántos años llevan”, comenta ilusionado con la nueva e intensa aventura de los próximos días. “Nosotros participamos en el Campeonato Enjuve de fútbol, baloncesto y fútbol sala que organiza Torreciudad y aprovechamos para saludar a la Virgen y hacer deporte a tope”, explica.

Esta actividad, “con bastante tradición”, les brinda la oportunidad de peregrinar a Torreciudad, competir en el campeonato conviviendo con otros jóvenes y disfrutar del Pirineo, algo que satisface especialmente a Llanos, que se confiesa “montañero”. “Nos vamos de Sevilla en Semana Santa, así que figúrate si nos compensa. Entrenamos toda la semana. Aprovechamos para hacer vías ferrata, dormir en refugios de montaña y tocar la nieve”, explica, aludiendo a algunas de sus salidas de montaña al Ibón de Plan o los Llanos de Lalarri.

“Subimos unos veinte en total, dieciséis chicos y cuatro adultos. Nos juntamos con un club de Córdoba que también van todos los años y formamos un grupo de 30. Vamos con ganas de muchas cosas, aunque la semana luego no da para tanto”.

El grupo viaja 10 horas desde Sevilla el Domingo de Ramos y regresa el Domingo de Resurrección. “El lunes, hay entreno y excursión, y el martes ya empieza el campeonato. Eso sí, intentamos subir una vez al día al santuario a ver a la Virgen, a la misa o al rosario”.

Alojados en El Poblado, junto a Torreciudad, los partidos les permiten conocer la zona. “Jugamos en Barbastro y en pueblos próximos como Benabarre, que me gusta especialmente porque se ve el castillo desde el campo de fútbol. Y desde El Grado, nos acercamos a Abizanda y visitamos Aínsa”, detalla ansioso por llegar.